El puzzle se va completando. Elsa Martínez, exdirectora de la Ciudad de la Luz y amiga de la edil tránsfuga Nerea Belmonte, ha realizado una declaración notarial favorable al exasesor del PP afín a la concejala en el contencioso que mantiene por la custodia de su hija. La guarda le fue retirada a la madre tras ser rescatada la niña de la cornisa de un edificio de Luceros en el que vivía y a la que accedió cuando se encontraba sola en casa.

Martínez hizo esta declaración ante un notario el 3 de septiembre. Un día después, Miguel Ángel Redondo, padre de la pequeña y expersonal de confianza del PP en el Ayuntamiento de Alicante, involucró públicamente al exdirigente socialista Ángel Franco en el supuesto intento de compra de voto de Belmonte para que apoyara a la candidata del PSOE a la Alcaldía, Eva Montesinos, lo que no hizo. Una afirmación que en cierta medida Redondo mantuvo en Fiscalía, donde aseguró que el exsenador, quien controla la agrupación local de los socialistas, se había puesto en contacto con él para que hiciera «una gestión» con la edil. Aunque agregó que Belmonte se negó y que no sabe lo que ocurrió después.

La versión que coincide con la mantenida por Belmonte y Martínez cuando declararon por la presunta compra de voluntades. Las dos mujeres apuntaron a Franco como la persona que habría ofrecido a la edil un sueldo de 3.500 euros y un puesto de salida en los próximos comicios a cambio de su apoyo a Montesinos. Pero la expodemita voto en blanco y le dio la Alcaldía al PP.

Apenas un mes después de que Luis Barcala tomara posesión como regidor Redondo no sólo fue contratado como personal de confianza del PP sino que acompañó a la tránsfuga en visitas a dependencias municipales y asociaciones sociales. Un hecho que al ser desvelado por este diario provocó su despido y que la oposición en pleno interpretó como el pago de los populares a la tránsfuga por su apoyo, lo que pusieron en conocimiento de la Fiscalía.

A tener en cuenta

Esta denuncia y la del intento de compra de voto desvelado por Belmonte están siendo investigadas por el teniente fiscal y por el fiscal Anticorrupción, que ahora tienen que valorar también la declaración de la exdirectora de la Ciudad de la Luz. Un testimonio que Elsa Martínez prestó el pasado día 3 sobre unos hechos que ocurrieron hace año y medio: el 1 de marzo de 2017. Ese día, la hija del exasesor del PP tuvo que ser rescatada de la cornisa de un edificio de Luceros a la que había accedido cuando se encontraba sola en casa, una vivienda en la que residía con su madre y la pareja actual de ésta.

En la declaración notarial, que Redondo ha presentado ante la sala de la Audiencia que tiene que resolver sobre la retirada de la guardia y custodia a la madre dictada en primera instancia tras el recurso presentado por ésta, Martínez recuerda con precisión de reloj suizo que aquella noche, a las 21.30 horas, vio a la mujer y a su pareja en la gimnasio al que ella también iba. Que la madre «estaba entrenando con normalidad cuando acontecieron los hechos (...) que llevaron a una situación de grave de peligro y riesgo de muerte a su hija». A continuación cuenta que ambos salieron corriendo y que después los volvió a ver el edificio donde ocurrieron los hechos porque es vecina.

Un año y medio después de este suceso, que se resolvió sin daños personales por la templanza de la pequeña y la rápida actuación de la Policía Local y los Bomberos (y

que dio lugar a un procedimiento penal cuya instrucción ya ha concluido y está a la espera de juicio), la asesora de la edil tránsfuga se ofrece ahora «a declarar ante la Audiencia (...) para clarificar la situación de dicho día con respecto al desamparo de la niña objeto de la situación, contrastando la información que he leído en prensa y que, a todas luces, no es cierta y me resulta indignante dado que era un hábito normal de la madre estar en dichas instalaciones y dicho horario (de 21 a 23 horas).

Pese a tratarse de unos hechos de marzo del año pasado, Elsa Martínez añade en su declaración de hace unos días que «una vez enterada de esta situación, no puedo más que manifestar mi rechazo a dicha actitud deplorable (como madre que soy) y que conlleva un abandono de una menor en un entorno (...) el que estuvo a punto de perder la vida precipitándose desde la ventana de un ático».