Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Costa Blanca recibirá 300.000 turistas de un Imserso que vuelve a ser clave

La recuperación de Turquía, Túnez y Egipto convierte a los jubilados españoles en un mercado estratégico

Un pareja de pensionistas en la playa de Levante (Benidorm). D. REVENGA

Los dos mayoristas que gestionan el programa del turismo del Imserso comienzan a vender esta semana a los pensionistas acreditados -en concreto el viernes arranca en Asturias, Cataluña, Galicia, Rioja y País Vasco, y el lunes en la Comunidad Valenciana- las vacaciones de la tercera edad para la próxima temporada, que comienza a mediados de octubre y traerá 300.000 jubilados a la Costa Blanca gracias a las 180.000 plazas asignadas. Un contingente de visitantes que este año vuelve a ser clave tras un irregular verano, y por el efecto que pueda tener, también durante la temporada baja, el posible desvío de turistas extranjeros, principalmente británicos, a los complejos de Turquía, Túnez y Egiptoturistas extranjeros. La gran novedad de este curso, último antes de renovar el programa, es que los hoteleros han logrado arrancar una subida media de un euro por persona y día en el pago que reciben del Imserso, lo que ayudará a cuadrar un poco mejor los números de un turismo que, prácticamente, está financiado por los propios hoteleros, que a cambio mantienen plantillas y pueden tener abiertos los hoteles todo el año.

Desde 2004 los precios no se habían actualizado y los empresarios alertaron en primavera al Gobierno de que ya no podían soportar la carga que supone el alojamiento de estos clientes. Una tarifa de 21 euros -este año 22 y 23 euros, según sea el hotel de tres o cuatro estrellas- que incluye el alojamiento, tres comidas al día, animación, servicio médico y fiesta de despedida.

La Costa Blanca tiene asignadas 180.000 plazas del cupo del turismo del Imserso, lo que le permite recibir a 300.000 jubilados entre octubre y abril. En la Comunidad Valenciana se benefician del programa Benidorm, Guardamar, Alicante, Finestrat, Altea, Xàbia, Santa Pola, Peñíscola y Gandia. Los hoteles ingresan del Gobierno unos seis millones de euros, cantidad a la que hay que añadir otros ingresos derivados del gasto directo de los clientes. Los hoteleros reciben 22 y 23 euros por persona y día de estancia según categoría de hotel -los grupos de jubilados pasan entre ocho y quince días en el destino elegido- cantidad con la que tienen que facilitar pensión completa y fiesta de bienvenida.

Los jubilados españoles que llegan gracias al Imserso vuelven a ser estratégicos para la Costa Blanca y, en concreto, para muchos hoteles, gran parte de los cuales seguirán abiertos durante la temporada baja gracias a los turistas jubilados a los que el Gobierno subvenciona los viajes. Algo que se mantiene pero cada vez más como un gesto de los empresarios hacia sus trabajadores porque, en ocasiones, cerrar un hotel acarrea más costes que mantenerlo abierto. Los empresarios consideran que el Ejecutivo debiera ser más generoso porque, además, por cada euro invertido en el programa el Estado recupera 1,5 euros a través de las prestaciones sociales que deja de pagar a los trabajadores en los hoteles abiertos, así como a través del IVA.

El aviso lanzado por los empresarios del sector meses atrás, condicionando la continuidad del contrato a un incremento de los precios, forzó al Gobierno y a Mundosenior a pactar con los hoteleros una subida del 4,5%, lo que se traduce en un euro más por cada pernoctación contratada a través de este programa. El acuerdo permitirá, a cambio, consumir el último año de prórroga de la actual concesión sin necesidad de tener que iniciar todavía un nuevo concurso.

El incremento apenas representará un gasto adicional para los turistas, por lo que el sector no cree que pueda provocar un efecto negativo en las reservas. Por lo que se refiere al precio, las tarifas reales de los hoteles se elevarán hasta los 22 euros al día en régimen de pensión completa para los establecimientos de tres estrellas, por los 22,50 de los de cuatro estrellas.

El aumento de precios que han conseguido cerrar los hoteles representa una victoria parcial para el sector y, en concreto, para la patronal Hosbec, de cara a la negociación del nuevo programa.

Compartir el artículo

stats