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Diecisiete municipios de la provincia de Alicante tienen el riesgo máximo de sufrir inundaciones en caso de gota fría

El «boom» urbanístico desordenado aumenta un 145% en quince años

Una mujer cruza por una pasarela sobre un cauce repleto de agua. INFORMACIÓN

La provincia de Alicante ha vuelto a entrar este mes en el periodo del año a partir del cual es máximo el riesgo de sufrir lluvias torrenciales en caso de una gota fría (la temperatura del mar está a 29 grados en muchos puntos del litoral y hay embolsamientos de aire frío en altura), y un año más le pilla sin los deberes hechos, ya que la mayoría de los municipios no han cumplido con el artículo de la Ley del Suelo que obliga a que los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOUincorporen una cartografía de riesgo. En total, Alicante ha pasado de contar con 42.645 hectáreas con riesgo de inundación en 2003 a las 104.461 hectáreas de este año.

El Consell tiene seleccionados (Patricova) un total de 17 municipios con alto riesgo de sufrir inundaciones En diez la amenaza es más elevada. En concreto, Alfaz del Pi, Almoradí, Callosa de Segura, Calp, Catral, Dénia, Dolores, Elche, Orihuela y Pilar de la Horada. Con riesgo elevado figuran Alicante, Elda, Finestrat, Formentera del Segura, Rafal, Rojales y San Fulgencio.

El desmadre urbanístico que sufrió Alicante durante el «boom» de la construcción, entre los años 2000 y 2007, ha terminado, por otro lado, pasando factura con un aumento del riesgo de inundaciones en una provincia donde la superficie susceptible de quedar anegada en caso de lluvias torrenciales ha crecido un 145% en los últimos 15 años.

Orihuela, con casi trece mil hectáreas amenazadas de quedar sumergidas en cuanto llueve torrencialmente. Es el municipio más afectado. Durante los años del desarrollo del ladrillo se transformó mucho suelo para uso urbano-residencial, y en ocasiones se ocuparon espacios de riesgo como los barrancos que terminan vertiendo sus aguas al mar y donde la gota fría canaliza las tormentas. El tema es preocupante en los municipios costeros, donde se concentró la «burbuja» inmobiliaria.

Las áreas de mayor riesgo se concentran en el tramo bajo del Girona, en el sector de las Marinas de Dénia; el Arenal de Xàbia; el saladar de Calp, el litoral norte de El Campello y Orihuela. En Alicante también quedan «puntos negros» por solucionar como las inundaciones en la avenida de Elche, o el final del barranco de San Blas junto a la estación del AVE. Al problema de la falta de colectores de pluviales se une, a veces, la poca dimensión de los de aguas residuales, como ocurre, por ejemplo, en buena parte de Torrevieja o en la avenida de Míriam Blasco de Alicante.

En la provincia de Alicante, según advierte Jorge Olcina, presidente de la Asociación Española de Geógrafos, los planes se limitan a presentar mapas de inundaciones, cuando los riesgos naturales son muchos más. «Faltan mapas de riesgo sísmico, deslizamientos, temporales costeros... Debe exigirse a los municipios un cumplimiento estricto de lo que dice la Ley a la hora de elaborar nuevos Planes de Ordenación Urbanística».

No obstante, Olcina subraya que a día de hoy no hay prevista una inminente situación de gota fría este mes, aunque, por otro lado, el cambio climático provoca que Alicante pueda registrar lluvia fuertes entre la primavera y el final del otoño, por lo que «la alertas deben estar activas todo el año», apunta Jorge Olcina.

El Patrivoca sí ha incorporado el riesgo geomorfológico producido por pequeños barrancos de cauces efímeros que tienen una alta peligrosidad y han sido los causantes de la mayor parte de las muertes por este riesgo en España, como sucedió, por ejemplo, en Finestrat hace uno años. La Comunidad Valenciana cuenta con más de 200 puntos de riesgo. Se ha mejorado de manera notable la cartografía de inundaciones de forma que aparecen todos los cauces de la Comunidad, con lo cual se pueden resolver todas las situaciones de posibles riesgos, especialmente los barrancos con alta capacidad de generar daños a personas y bienes. El plan incorporó también la necesidad de dotar de infraestructura verde en la gestión de riesgo de inundación, tal y como exige la UE, que considera que para determinados casos es mucho más eficiente como instrumento de prevención y protección frente al riesgo que soluciones basadas en la obra civil.

Riesgo muy alto

L’Alfàs del Pi

Almoradí

Callosa del Segura

Calp

Catral

Dénia

Dolores

Elche

Orihuela

Pilar de la Horadada

Riesgo elevado

Alicante

Elda

Finestrat

Formentera del Segura

Rafal

Rojales

San Fulgencio

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