Septiembre: mes de los divorcios. ¿Es así o es leyenda?

Es cierto. En verano, con motivo de las vacaciones se producen tensiones en las parejas... Hay un repunte de consultas, pero sobre todo de clientes que vienen con urgencias, decididos a separarse. No tenemos la estadística, pero septiembre seguro que es el mes en el que se ponen en marcha en general más procedimientos.

¿Quién suele dar el paso en las separaciones?

Normalmente son ellas las que se quieren separar. La iniciativa la toma mucho más la mujer, aunque no siempre con la presentación de la demanda. En ocasiones, sólo se va de casa o le dice «vete» a su pareja.

¿Y en cuanto a edades?

Jóvenes, la mayoría de las separaciones son de parejas jóvenes. Aunque es cierto que también se separan personas más mayores.

¿Ha habido una evolución respecto a las custodias de los menores?

Aquí tuvimos una ley en la Comunidad Valenciana que era muy específica, pero quedó derogada tras un recurso de inconstitucionalidad y vuelve a regir el Código Civil. En general, ha habido una evolución, pasando del régimen de visitas tradicional, en el que la madre tenía la guardia y custodia y el padre los fines de semana, a generalizarse un régimen de custodia compartida, siempre que se den unos requisitos necesarios. Ahí hemos avanzado en favor de la igualdad entre hombres y mujeres. Antes la pelea se centraba más en el dinero, ahora los hombres también luchan la custodia de sus hijos. Se nota que los padres ahora están implicados en el día a día de sus hijos, no solamente por iniciarse el proceso de separación.

¿Hay peticiones curiosas?

Es cierto que en ocasiones se habla de las mascotas en los procedimientos de divorcios. Es anecdótico, pero ya entran por medio perros y otros animales...

Como abogado, ¿se hacen recomendaciones a los clientes?

Hay parejas que vienen con dudas, a asesorarse, pero un abogado nunca tiene que empujar a su cliente a iniciar un divorcio. El consejo que solemos dar es que, una vez lo tienen claro y han superado la fase de intentar solucionar el problema, acudiendo incluso a psicólogos de pareja, la situación se regule judicialmente cuanto antes. Siempre recomendamos que se intente llegar a un acuerdo, y que así no tenga que decidir una tercera persona [juez].

¿Y hay acuerdos...?

Contamos con el servicio de mediación, aunque por mi experiencia suelen fracasar la gran mayoría de los casos. Muchos de los acuerdos se alcanzan en el juzgado, sobre la bocina.