Un septiembre de récord. La irregularidad que ha caracterizado los dos primeros meses de la temporada alta va a dar paso a un mes de septiembre que la patronal hostelera considera que puede ser espectacular, el mejor del verano, como ya sucedió el año pasado.

Los empresarios prevén ya, a raíz de las reservas, que será el mejor mes con una ocupación media del 95%, y también con un cambio de perfil, pues las familias dan paso a parejas y profesionales liberales que pueden ajustar su calendario laboral a los meses que ya están marcados por el escolar. En el balance del verano, la primera quincena de julio fue la peor debido al impacto del Mundial de Rusia y el buen tiempo que ha hecho en toda Europa.

En la segunda quincena se certificó una caída media del 2%, pero con puntas de hasta el 15% algunos hoteles en relación al mismo periodo del año pasado; la primera quincena de agosto fue ya normal, y una sorpresa agradable se ha producido en esta segunda quincena, que suele ser irregular y va a ser muy buena.

Todo dará paso a un gran septiembre, un buen octubre, y en municipios como Benidorm esperan que la temporada alta se alargue, incluso, hasta mediados de noviembre, pasadas las fiestas patronales, según apunta Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca.

Los constantes varapalos que sufre el sector turístico de la Costa Blanca este verano, con caídas de hasta el 15% en la ocupación, se han suavizado tras el «puente» de la Asunción, y tienden a corregirse casi del todo en los meses de septiembre y octubre, en los que la previsión de buen tiempo y una ligera bajada de los precios en torno al 2%, están teniendo un efecto positivo en la reservas, por lo que se espera que el año vuelva a cerrarse con unos resultados similares a los de 2017, el mejor de la historia.

No se va a producir la debacle que se aventuró en julio, cuando comenzaron a llegar los primeros datos del bajón y algunos hoteles a duras penas superaban el 60% de ocupación de sus habitaciones, pero este año se ha confirmado lo que era ya un secreto a voces desde enero.

El sector turístico de la Costa Blanca ha vivido tres años espectaculares gracias a las tensiones geopolíticas en otros destinos del Mediterráneo, los turistas van cambiando de hábitos y viajan más durante el año y a otros destinos emergentes, y el cambio climático ha hecho, al margen de los efectos del Mundial de fútbol de Rusia, que el verano haya sido muy cálido en el Reino Unido y el centro de Europa con máximas de 30 grados, lo que ha retraído la llegada de visitantes. Algo, el aumento de las temperaturas, que ha llegado para quedarse.

Con todo la temporada alta no va a terminar mal, aunque muchos hosteleros hagan el 80% de la caja semanal entre el jueves y el sábado, y también se espera un invierno bueno, sobre todo en lo que atañe al turista inglés, al que le sigue saliendo más barato pasar el invierno en Benidorm que en su casa, donde muchas pensiones no dan ni para la calefacción.

Buen otoño

En estos momentos, muchos hoteles comprueban con satisfacción que el nivel de reservas del mercado británico, el que más se ha resentido este verano y es clave en muchos destinos como es el caso de Benidorm, se ha disparado en las dos últimas semanas para octubre, mes en el que en la Costa Blanca va a haber más ingleses, incluso, que en este agosto.

«Está claro que algo está cambiando y ya no podemos pensar en tener ocupaciones del cien por cien ni en plena temporada. El Mundial de fútbol y el clima han sido determinantes este verano y, en lo que se refiere al tiempo nos tenemos que ir asumiéndolo. Hay que pensar cada día más en la temporada de 12 meses y, sobre todo, mantener la calidad/precio que es nuestro gran éxito», subraya José María Caballé, presidente de Servigroup, la cadena hotelera más grande de la Comunidad, con 10.000 plazas en oferta.