El equipo de gobierno liderado por el popular Luis Barcala pretende acabar con el «botellón» que cada sábado tiene lugar, fuera de los meses de verano (julio y agosto, por el intenso calor), en la plaza del 25 de mayo, a espaldas del Mercado Central. Así lo anunció ayer que alcalde en respuesta a las continuas quejas formuladas por los placeros, que han llegado a amenazar con acudir a Fiscalía si el Ayuntamiento seguía mirando hacia otro lado ante el «botellón legalizado», en referencia al consumo de alcohol de cientos de personas durante los sábados a mediodía, en lo que se ha instaurado como el «pistoletazo» de salida al multitudinario tardeo.
Barcala explicó ayer que el Ayuntamiento, a través de la Policía Local, realizará un «control estricto» para el «cumplimiento» de las ordenanzas municipales. «Las medidas serán a partir de septiembre porque en julio y agosto hace mucho calor y la gente no se pone allí. Me gustaría trasladar a la ciudadanía que en la calle no se puede beber, no se puede hacer botellón, tampoco en la plaza del 25 de mayo», señaló Barcala, quien recordó que el gobierno municipal, tanto durante el periodo de la izquierda como la actual con el PP, ha tomado medidas para atajar el botellón en la playa de San Juan durante el día de Santa Faz y más recientemente en Canalejas, en los días de Hogueras. «Los placeros pueden estar tranquilos. Hemos recogido sus reivindicaciones, porque llevan años padeciendo el problema del botellón. Se puede disfrutar de Alicante de muchas formas, no hace falta molestar a los vecinos ni tampoco infringir las ordenanzas», prosiguió ayer Barcala, quien lamentó que el «estricto control» para evitar el consumo de alcohol a espaldas del Mercado suponga un inconveniente para algunos: «Lo siento por el que haga negocio vendiendo botellines, pero solo se permitirá el alcohol en los veladores de la plaza». Los placeros llevan tiempo reclamando al Ayuntamiento que ponga medidas para evitar el consumo libre de alcohol en la plaza. Incluso pidieron al Síndic de Greuges que interviniese para acabar con el «consumo indiscriminado de alcohol» los sábados en la plaza 25 de mayo.
