Una abuela y su nieta pasean a las once de la mañana de ayer domingo por la calle San Francisco. La señora le dice a la niña que entre en una de las casitas en forma de seta para hacerse una foto, sacando la cabeza por una de las ventanas. La menor mira y contesta: «Está feo». Otra mujer que pasa por allí le da la razón a la niña: «No entres cariño, que huele mal porque aquí hacen pipí».

La conversación puede parecer pueril pero no es nada inusual que las personas que transitan por la calle San Francisco, la conocida calle de las Setas, ya sean vecinos o turistas, se topen a diario con escenas de suciedad acumulada, restos de colillas, papeles y, lo que es más grave, marcas de orines e incluso excrementos, de perros y de humanos.

El pasado sábado, durante toda la mañana, varios vecinos y comerciantes denunciaron a este diario que no se cansaron de llamar en repetidas ocasiones al teléfono de atención al ciudadano de la empresa de limpieza UTE Alicante, para que algún operario acudiera a recoger los restos ocasionados por alguna persona que defecó dentro de una de las setas.

Durante toda la mañana, el olor espantó a clientes de comercios y bares y a transeúntes que pasaron por allí soportando a duras penas el mal aspecto de la calle San Francisco, cruce con Pascual Blasco, junto a la sede del Síndic de Greuges. Una vecina de la zona asegura que estuvo llamando «sin parar a la empresa y pasaban de mí».

En opinión de Teresa, «esto era insoportable, insano y absolutamente de vergüenza. Hay gente que mete a los perros en las casetas a que defequen, pero esta vez fue una persona». Cerca de las dos de la tarde, llegó un operario de limpieza al que esta señora le preguntó por qué no había podido acudir antes. Y la respuesta fue: «Yo he entrado a la una de turno y me han mandado ahora».

Llamadas y quejas

Este incidente pilló fuera de Alicante al presidente de la asociación Más que Centro, donde se integran los comercios de la calle San Francisco. Pero a Juan Utrera le llegaron las quejas y puso el problema en conocimiento de diversas áreas del Ayuntamiento de Alicante. El presidente de Más que Centro se puso en contacto con los ediles de Comercio y Limpieza, con los que asegura que habla a menudo para transmitir la situación de la calle.

Utrera considera que este verano la calle San Francisco «está un poco mejor, pero está tan mal que lo que hace no mejora el aspecto». El presidente del colectivo de comerciantes piensa que esta zona «debería estar impoluta, como lo están la Explanada o la Rambla» y recalca el aspecto simbólico de esta calle, todo un reclamo turístico, por la que pasan cientos de personas a diario y se llevan una imagen muy desagradable.

Según Utrera, la limpieza de la zona se reduce a un par de baldeos semanales, lo que es «insuficiente» para eliminar todos los restos que se generan con tanto tránsito peatonal, especialmente en una zona con numerosos establecimientos hosteleros: «Aquí se ha probado una máquina desengrasante, que dejó la calle muy bien, pero se quedó en una prueba y no lo han vuelto a utilizar».

Otra de las necesidades que tiene la calle, lamenta, es volver a pintar el suelo de la senda de colores por la que pasean niños, adultos, mayores y mascotas. Un recorrido por un camino de fantasía que se puede convertir en un auténtico horror.