Begoña Martínez lleva 27 años en el negocio de las zapaterías y atiende a sus clientes en Oxford, en la calle Gerona.

¿Están los pequeños comerciantes aguantando el chaparrón tras los últimos datos de bajada de ventas general?

Sí, estamos aguantando el chaparrón como podemos, no hay otra, pero es una agonía. El consumo de moda, ya sea ropa o zapatos, es muy complicado. La gente sale a comer y de ocio, a mejores o peores sitios, pero se espera para comprar.

¿Hay posibilidad de que turistas y cruceristas salven el mes de agosto?

A estas alturas ya no nos salva nadie el mes de agosto. Los comerciantes deberíamos unirnos y cambiar las fechas de rebajas y los horarios. No puede ser que empecemos con descuentos en junio, a principios de temporada, los propios comerciantes nos estamos ahogando a nosotros mismos. Las rebajas no deberían empezar hasta el 1 de agosto. En otros sitios, como Burgos, ya lo han hecho y les funciona, pero aquí no estamos unidos.

¿Cuál es su peor pesadilla, la venta online o las franquicias?

Pesadilla tampoco. Pero sí que veo que ahora todo es más impersonal, la gente no valora el trato personalizado. Quieren comprar rápido y barato y para las tiendas que ofrecen una calidad media-alta es muy complicado. Las nuevas generaciones compran de otra manera y tienen otra mentalidad, les importa más la moda del momento que la calidad.

Compran más en internet.

Al final se benefician los fabricantes y no los comercios. Yo no puedo tener los modelos de todas las tallas y todos los colores. ¿Qué pasa? Pues que la gente lo mira por internet, viene con la foto a probarse y luego lo compra directamente al fabricante por internet. En Estados Unidos ya están cobrando por probarse zapatos en las tiendas y luego si le piden el modelo que quieren y se lo llevan, pues se lo descuentan. Aquí eso sería impensable claro, pero, vamos, que cada vez nos lo ponen más difícil.

¿No se ha ido de vacaciones este año?

¿Vacaciones? Yo no sé lo que es eso. Soy autónoma y no me puedo ir porque tampoco dan ayudas para poder contratar a una dependienta. Si bajan las ventas, tienes que bajar los gastos, eso es así.

¿Y la lluvia de estos días tampoco les viene bien para que la gente en vez de ir a la playa venga a comprar?

Esto no es el norte. Aquí, la gente, cuando llueve, se asusta y se esconde, no sale. Así que no, no nos beneficia, yo prefiero un día de sol para que salgan a pasear.