Madre con sus dos hijos: el modelo familiar que más acude en busca de una ayuda alimentaria. El más común, pero difícilmente el único. La provincia de Alicante ocupa el tercer puesto de España respecto a la cantidad de comida que se reparte, alcanzando los 4,8 millones de kilogramos, una cifra que solo superan Madrid y Barcelona.

Toneladas de alimentos que suponen un andamio fundamental en muchos hogares, pero que hoy reciben 21.654 personas menos en la provincia que hace cinco años, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

«La familia estándar, según nuestros datos, es una madre con sus dos hijos», explica Pilar Oñate, la técnica que gestiona la entrega de productos a alrededor de 4.000 personas desde Cruz Roja. «Nos encontramos también con familias más amplias con miembros parados o con menores que tienen que salir adelante, pero ése es el modelo que más vemos», recalca Oñate.

Cruz Roja es uno de los dos principales canales de distribución del programa estatal de ayuda alimentaria, una iniciativa en la que intervienen multitud de entidades. La promueve el Ministerio de Agricultura a través del Fondo español de Garantía Agraria (FEGA), y la financia el Fondo de ayuda Europea para los Más Desfavorecidos (FEAD) en un 85% y el Estado en un 15%.

Luego, la Federación Española de Bancos de Alimentos y Cruz Roja Española son quienes se encargan, a partes iguales, de distribuir la comida por todas las provincias.

«Los alimentos no se dan solos, detrás hay una intervención integral. Quienes los reciben, se comprometen a ir a cursos de empleo, traer a sus pequeños a la ludoteca, asistir a talleres o participar en otras iniciativas», apunta Oñate sobre el modelo de reparto de Cruz Roja, centrado en «cambiar la situación que tienen en la actualidad para poder salir a flote».

Pero este es solo uno de los modelos. Cruz Roja, aparte de llegar a miles de personas en la provincia (4.000 solo entre Mutxamel, Sant Joan, San Vicente y Alicante), distribuye los víveres entre decenas de asociaciones que cuentan con sus propias redes de usuarios.

Redes que convierten a Alicante en la tercera provincia de España que más alimentos reparte. Madrid entrega más 10,88 millones de kilos y Barcelona 7,51. Alicante, que maneja el 5,28% del total del «peso de apoyo», proporciona una cantidad que supera los 4,8 millones. Todos estos datos, son el resultado de la suma de las tres fases en las que se desarrolla el programa. La primera de ellas finalizó en junio, la segunda tiene lugar este mes y, por último, febrero de 2019 cerrará el ciclo.

Beneficiarios

Pese a la magnitud que reflejan las cantidades recogidas, hay una cifra que va en dirección descendente. En 2013, se beneficiaban de esta ayuda 86.297 personas en Alicante; ahora, sin embargo, son 64.643 quienes lo hacen. El resultado es una bajada de 21.654 beneficiarios en la provincia, que a nivel autonómico se convierten en 87.513.

Las organizaciones asociadas al reparto, 5.600 en toda España, están distribuyendo una cesta formada por 14 alimentos. Todos ellos de carácter básico, entre los que se encuentra arroz blanco, leche entera, galletas, fruta, atún, tomate frito en conserva o cereales, entre otros. En la primera fase se han repartido 24,58 millones de kilos de un total de 92 previstos para el programa de 2018. El total de beneficiarios en España asciende a 1,3 millones.

Pilar Oñate cuenta la historia de una mujer extranjera con un hijo a su cargo. «Vino a pedir alimentos, le incluimos en el programa y le enviamos a nuestro centro de formación para que aprendiera castellano», explica la técnica. «Mientras su hijo acudía a la ludoteca, aprendió el idioma, se sacó el graduado, luego un FP y ahora está trabajando».

Oñate explica que ve a diario situaciones muy difíciles, pero que se arma de valor gracias a un mensaje que le llega de tanto en tanto a su mesa: «A veces vienen contando que ya entra un sueldo en casa y pueden tirar para adelante. Eso es sin duda lo mejor que nos pueden decir».