La Orden de las Clarisas, que custodia desde hace más de 500 años la imagen de la Santa Faz en el monasterio de la pedanía alicantina, urge al Ayuntamiento el pago de los 80.000 euros que le debe abonar por las obras de rehabilitación de la segunda planta del edificio religioso para su transformación en una hospedería monástica. Una subvención que el grupo socialista se comprometió a dar a la comunidad religiosa cuando aún gobernaba Alicante y que se recogía en un convenio firmado en diciembre de 2017.

Sin embargo, al PSOE se le «olvidó» incluir en el presupuesto municipal de 2018 esa partida, con lo que las monjas se han encontrado con una deuda de 80.000 euros con la empresa constructora, que ya ha ejecutado la reparación de la cubierta, con el refuerzo estructural de todo el forjado, y la instalación de chimeneas y luces de ventilación.

Las obras para hacer la casa de retiro espiritual, que estará fuera de la zona de clausura, se encuentran ahora mismo paralizadas y no se puede avanzar por falta de dinero para hacer los tabiques de las habitaciones, las bajantes y sanitarios, entre otras instalaciones, y el mobiliario.

La Madre Federal de la Orden de las Clarisas y varias representantes más de las monjas de Santa Faz se reunieron ayer con el alcalde, el popular Luis Barcala, al que expusieron el «embrollo» en el que se han visto metidas con esta deuda y su preocupación como guardianas de la Reliquia.

Al término del encuentro, Barcala afirmó que el PP ha tenido que resolver «un desaguisado más del tripartito primero, y del PSOE después». El alcalde se refería al convenio suscrito en diciembre de 2017 por el gobierno socialista por el que se ejecutaron las obras de restauración del monasterio «y ahora, lógicamente, las hermanas Clarisas solicitan la parte económica a la que se comprometió el Ayuntamiento mediante ese acuerdo. Esa partida no quedó reflejada en el presupuesto de 2018, lo que generó la lógica inquietud entre la comunidad de religiosas». El PP anunció una modificación de crédito para abonar los 80.000 euros pendientes con las Clarisas, cuya aprobación llevarán al pleno de septiembre.

El coste total de la trasformación de la segunda planta del monasterio en hospedería monástica asciende a 160.000 euros, que iban a ser asumidos al 50% por la Diputación y el Ayuntamiento. Desde el grupo de gobierno popular destacan que la Diputación sí abonó su parte, como corroboró ayer el edil y diputado Carlos Castillo durante la reunión. Por contra, hasta el momento no lo ha hecho el Ayuntamiento, «debido a la inoperancia del PSOE, que se olvida de que el monasterio es un bien de todos los alicantinos», dijo el alcalde Luis Barcala.

Mari Carmen de España, portavoz del equipo de Gobierno, ya alertó la pasada semana sobre la situación que se estaba produciendo ante el incumplimiento y habló de la irresponsabilidad del gobierno socialista, que replicó a través del edil Carlos Giménez, que fue quien suscribió el convenio con las Clarisas. Este edil afirmó que iban a dar una solución al proyecto de la hospedería cuando perdieron el gobierno local.