Los regantes de la provincia han comenzado a recibir hoy el riego de socorro aprobado el pasado viernes y que ha supuesto la reapertura del trasvase Júcar-Vinalopó Júcar-Vinalopó. El consejo de administración la empresa estatal Acuamed aprobó dos meses después de sacarlo del orden del día, el riego de socorro de 6,3 hectómetros cúbicos que, de facto, significa la reapertura del trasvase Júcar-Vinalopó y un balón de oxígeno para las 18.000 hectareas de cultivos en el Vinalopó y para sus agricultores, que preveían una pérdidas de 30 millones de euros.

Por su parte, el diputado autonómico del PSPV-PSOE, David Cerdán, reclama al Gobierno que acelere las gestiones para la firma del convenio del trasvase Júcar-Vinalopó que otorgue seguridad y garantías a los regantes de las comarcas alicantinas.

Desde su punto de vista, "el Gobierno de Sánchez y de Puig han resuelto, en un ejemplo de colaboración institucional, el problema heredado del trasvase de socorro; y ahora tienen que acelerar la firma del Convenio del trasvase Júcar-Vinalopó - pendiente desde diciembre pasado - para garantizar más de 20 hectómetros cúbicos anuales a las comarcas del Vinalopó".

Los municipios de Aspe y Elche son los más necesitados de este caudal, pero la estabilidad en los trasvases desde el Júcar incrementaría el número de beneficiados, especialmente una vez concluidas las obras de Tramo VII que conecta el ramal del trasvase en su margen derecha desde Aspe hasta Albatera.

Cerdán explica que este convenio debería estar firmado desde 2012, pero diferentes circunstancias han retrasado su rúbrica en los distintos gobiernos de Mariano Rajoy. La última versión estaba lista para la ratificación desde diciembre pasado, sin que hubiera urgencia ninguna para su firma por parte de la anterior ministra de Agricultura.

"Esta situación es la que ha motivado un retraso de dos meses en la llegada del agua prevista para junio procedente del Júcar. Igual que esto ha sido resuelto por los gobiernos socialistas, ahora desde Alicante y desde la Comunidad Valenciana presionaremos para que el Convenio esté firmado antes de 2019", comentó.

Este convenio permitiría a los regantes disponer de un horizonte estable mínimo de cinco años para recibir agua del Júcar, actuaría como norma de explotación, estableciendo un precio estable, un reparto equitativo de la amortización de las obras e incluiría en el sistema las aportaciones de caudal de la desalinizadora de Mutxamel, entre otras cuestiones.

El trasvase Júcar-Vinalopó contará así con un horizonte de estabilidad del que nunca ha gozado, formando parte del sistema del Vinalopó y permitiendo reducir las extracciones de agua de determinados pozos de Villena.

"Desde luego no estaría resuelto todo el problema, pero sí estaría gran parte de la solución en marcha. Este convenio sería fruto de la colaboración que han demostrado la Junta Central de Usuarios del Vinalopó y L´Alacantí con las administraciones autonómicas como del Gobierno central".