n El Colegio Administradores de Fincas es una corporación de derecho público, no una mera asociación de profesionales. Fundado hace 50 años a nivel nacional, ese reconocimiento no se traduce en la imagen que tiene el administrado de los administradores.

P ¿Debe mejorar la imagen del administrador de fincas?

R La figura del administrador de fincas no tiene una buena imagen en la sociedad. Por eso quiero incidir que nosotros somos administradores de fincas colegiados. El colegio defiende a sus colegiados y al vecino de las actuaciones. La persona que le está administrando responde.

P ¿Hay mucho intrusismo?

R No les voy a llamar intrusos, al igual que a los APIs, porque desde las nueva ley se les permite realizar esa labor. Pero las personas que no están colegiadas no responden ante nadie de su conducta ética. Por ejemplo, no todos tienen el seguro de responsabilidad profesional que deben tener.

P ¿Qué diferencia a un administrador de fincas colegiado de uno que no lo es?

R Un administrador colegiado ofrece muchas más garantías. Tenemos una formación continua, donde se incluyen hasta charlas de Vicente Magro, que no atendió de forma fenomenal mientras fue presidente de la Audiencia Provincial. La formación nos diferencia frente a otros administradores que solo buscan un objetivo económico. Digamos que no son profesionales, son empresarios, porque no se someten a unas normas de ética y formación continua muy rigurosas.