n En Elche, la huelga fue mucho menos caótica que en la capital. Donde más se notó, debido al gran volumen de pasajeros en plena temporada alta, fue en el Aeropuerto de El Altet. Allí, una veintena de taxistas se concentraban explicándoles a la gente los motivos del paro, y por qué no recogían a los pasajeros. No obstante, sí se ofrecieron servicios mínimos y los pasajeros que llegaban con cualquier tipo de discapacidad, movilidad reducida, familias con niños muy pequeños, embarazadas o enfermos, pudieron obtener un taxi. El resto, fueron redirigidos a las diferentes paradas de autobuses situadas en el piso superior a donde se cogen los taxis. Varios miembros de la directiva de Radio Taxi Elche fueron los encargados de redirigir a los pasajeros. Ellos mismos les preguntaban a dónde se dirigían y les indicaban qué autobús coger para dirigirse a su destino. El problema fue que, en casos aislados, no había línea directa con el destino elegido, por lo que la opción fue coger el autobús que iba hasta Alicante, y que pasa cada 20 minutos, y desde la estación de autobuses de allí buscar alternativas. La línea a la capital fue la que más incremento de la demanda experimentó, precisamente por la facilidad de esa interconexión para poder llegar a destino.

No obstante, también hubo un notable número de pasajeros en las paradas con destino a Benidorm/Calpe, Murcia o Torrevieja. El número de líneas no se incrementó, pero la afluencia de las líneas pudo dar abasto a la demanda, con atascos puntuales en la línea hacia Alicante cuando coincidía más de un aterrizaje en un breve espacio de tiempo.

El personal de Aena también estuvo controlando que hubiera servicios mínimos, que funcionaron en todos los casos en los que fue necesario, y operarios de la compañía destacaron la buena colaboración de los taxistas. En una jornada en la que estaba previsto que pasaran por el Altet más de 20.000 pasajeros, según fuentes de Aena, en las primeras horas de la mañana reinó cierta tranquilidad teniendo en cuenta el parón en el transporte.

Los taxistas explicaban a los turistas el motivo de su huelga, y el sentimiento general fue de apoyo y respecto a la convocatoria, «con resignación, pues hay que buscar alternativas y el taxi era la más cómoda», señaló una familia que acababa de aterrizar para disfrutar de dos semanas de vacaciones en Santa Pola. Los taxistas ilicitanos reiteraron que, en un principio, iban a sumarse a la huelga a partir de la jornada de hoy, pero que el parón realizado en Alicante le arrastró a cambiar las fechas, para evitar conflictos a la hora del traslado de pasajeros a localidades donde sí se está secundando la huelga. Plataformas como Uber o Cabify no operan en el término municipal de Elche, por lo tanto tampoco en el aeropuerto, pero sí señalan los taxistas que es frecuentes ver vehículos de otras VTCs, que son contratados previamente si bien ayer no había mucho movimiento. Los que sí pudieron trasladar a los pasajeros fueron los vehículos autorizados de servicios de transportes de hoteles, alojamientos y otras modalidades turísticas que entre sus servicios ofrecen la posibilidad de trasladar a los huéspedes.