Los médicos y enfermeros de los servicios de urgencias extrahospitalarias de la provincia de Alicante dejarán de contar desde hoy con ambulancias para trasladarse a los domicilios de los pacientes y atender emergencias fuera del horario de los centros de salud.

Una situación que ha despertado la indignación entre los trabajadores de estos servicios y entre los sindicatos, que han tratado de negociar sin éxito durante estos días una solución con la Conselleria de Sanidad. En las últimas semanas, cada departamento de salud ha ido adoptando distintas medidas para tratar de suplir las ambulancias y a sus conductores, entre ellas que los médicos cojan un taxi o que acudan a las casas con los coches de las unidades de hospitalización a domicilio o con vehículos particulares. En otros departamentos, como el del Hospital General de Alicante, se ha optado por medios más «alternativos», poniendo a disposición del personal sanitario, junto a cuatro coches, otras tantas bicicletas eléctricas para cubrir estos desplazamientos.

Ninguna de estas medidas convence a los sindicatos. «Las demoras en la atención a las urgencias en domicilio se van a disparar porque los vehículos no estarán conducidos por personal especializado en adiestramiento y permisos en la conducción rápida, sin conocimiento de las direcciones complejas ni distintivos que determinen su prioridad en la conducción», señala el presidente provincial del Sindicato Médico, Víctor Pedrera. Además, los médicos ponen en duda si este tipo de vehículos está preparado para transportar material médico delicado, como es el caso de las bombonas de oxígeno. El Sindicato Médico también pone en duda que los médicos tengan la obligación de conducir un vehículo, «cuando en el contrato no se especifica la obligación de contar con carné de conducir», según señala Pedrera.

En la ciudad de Alicante, el departamento del Hospital General ha adquirido en los últimos días cuatro vehículos para los centros de San Vicente 1, Agost, Monforte del Cid y Babel. También se han adquirido cuatro bicicletas para los médicos que opten por trasladarse con ellas. Una solución que sólo es un parche, a juicio Hermán Schwarz, delegado del Sindicato Médico en este departamento. «La medida no soluciona el fondo del problema del transporte sanitario», afirma Schwarz, quien recuerda que en los centros de salud los médicos tampoco podrán disponer por la mañana de ambulancias y deberán hacer los avisos domiciliarios en sus coches, «lo que generará más problemas». Precisamente, las obras que se llevaron a cabo el sábado para instalar un poste de recarga dejaron sin luz ni agua al centro de especialidades de Babel y a los dos centros de salud contiguos, lo que obligó a cancelar buena parte de las citas del lunes, según denunciaron trabajadores de estos centros.

En el Hospital de Sant Joan la solución que se ha propuesto a los médicos y enfermeros es que antes de entrar a trabajar cada día se recoja un coche de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del hospital para que se puedan cubrir los avisos domiciliarios por las noches. En Alcoy, por ejemplo se abonará el kilometraje a los médicos que tengan que acudir a las casas. En departamentos de gestión privada, como el de Torrevieja, la dirección ha llegado a un acuerdo con la empresa de las ambulancias para mantener el servicio durante los meses de agosto y septiembre.

Semanas atrás, desde el Partido Popular anunciaron su intención de presentar una iniciativa y una moción en todos los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana para instar a la Conselleria a que frene esta situación y «tome una decisión lo más pronto posible para que el servicio de atención de urgencias no se vea mermado por la entrada en vigor de un pliego que prohíbe a los profesionales ir en transporte sanitario en los servicios de urgencias».