Una de las patentes de éxito que ha salido en los últimos años de la Universidad de Alicante consiste en un sistema de desinfección de alimentos mediante luz ultravioleta, del grupo de Química Analítica, Bromatología y Nutrición, que dirige el catedrático José Luis Todolí.
Se trata de un sistema que irradia luz ultravioleta a los alimentos, inocua para los consumidores, y que permite eliminar los agentes patógenos sin alterar el producto de forma rápida y segura. El primer éxito de este grupo fue que la Oficina Española de Patentes y Marcas les concediera la patente y el segundo que una empresa de horchata se quedara con la licencia y esté aplicando esta tecnología. Pero el éxito aún puede continuar porque ya hay empresas de zumos interesadas y las licencias de esta patente podrían así multiplicarse en el futuro. De manera que esta es una de esas patentes que cualquier universidad o centro público de investigación querría.
El director del Servicio de Gestión de la Investigación y Transferencia de Tecnología de la Universidad de Alicante (SGITT), Víctor Pérez, explica que al negociar la licencia de una patente se decide si la empresa paga una cantidad fija o un porcentaje en función de sus ventas. Cada universidad fija el porcentaje que se queda el investigador o los investigadores y en el caso de la UA es un 60% para el investigador y un 40% para la universidad. Pérez descarta hablar de cantidades porque son muy variables en función de la patente de la que se trate y de sus aplicaciones.
Una de las últimas solicitudes de patente que ha presentado la UA es un reactor capilar por ultrasonidos, desarrollado por el investigador Francisco Navarro y el catedrático Roberto Gómez.
Este método busca resolver los problemas con los que se encuentra la industria farmacéutica al realizar las síntesis de medicamentos que puede verse limitada por la falta de soluciones para el manejo de sólidos en suspensión.
