La seguridad ha primado sobre la reanudación del servicio. Los Bomberos de Alicante desaconsejaron ayer que vuelva a funcionar la Línea 3 del TRAM, que une El Campello y Alicante, hasta que no esté acabada por completo la reparación del ascensor que obligó a cerrar la estación subterránea el pasado miércoles. Como los trenes de esta línea deben dar la vuelta en el subsuelo de Luceros para cubrir su trayecto, Ferrocarriles de la Generalitat aceptó las recomendaciones de los bomberos y volvió a suspender la L3 hasta nueva orden.

De este modo, el servicio entre El Campello y Alicante solo lo presta la Línea 1, procedente de Benidorm, pero que llega como máximo hasta la estación de Mercado al ser una parada de paso, donde los trenes no pueden dar la vuelta. Otro servicio afectado es el del Transnochador, que anoche siguió realizando su ruta pero con el final e inicio de línea en el Mercado.

Con la estación de Luceros cerrada en uno de los fines de semana del verano con más usuarios del TRAM, en días muy señalados donde además de la afluencia de turistas en busca de playas, se celebran, por ejemplo, las fiestas de la Vila Joiosa o el Low Festival en Benidorm, la única alternativa para llegar en tranvía a los municipios costeros es la Línea 1, que ahora realiza parada en todos los apeaderos repartidos por las playas de San Juan y Muchavista, incluidas las estaciones principales de El Campello.

Además «de lamentar las molestias a través de las redes sociales», FGV gestionó con Vectalia un refuerzo en la frecuencia de paso de la Línea 21 del autobús interurbano Alicante-Playa de San Juan-El Campello. De este modo se paliaba, en parte, el déficit de servicio ocasionado por el cierre de la Línea 3. El pasado mes de junio, la L3 sumó unos 260.000 pasajeros, por lo que la cifra de afectados es enorme.

Por mucha agilidad con la que se están desarrollando las labores de consolidación de la estructura de la caja del ascensor, FGV no ha podido reabrir la estación Luceros este fin de semana, en plena transición entre los meses de julio y agosto. Desde principios de semana, técnicos de FGV están trabajando día y noche para retirar las placas de cristal de 300 kilos que se habían desprendido. De esta forma, los tranvías podían llegar sin pasajeros a la estación subterránea y dar la vuelta, algo imposible en el Mercado que es una estación de paso y no permite un giro de 180 grados como sí ocurre debajo de la emblemática plaza alicantina de Luceros.

El cierre de la estación afecta también a la conexión del AVE con Benidorm a través del TRAM. Los viajeros que quieren usar el tranvía para llegar a la playa deben, bajo el sol, hasta el Mercado.