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El consumo y el tirón de especies como la gamba blanca reflotan la pesca

La provincia ingresa 59,5 millones por la venta de pescado y marisco en 2017, con un incremento de 8,3 millones respecto al año anterior

Desembarco de capturas en un puerto de Alicante. DAVID REVENGA

Buenos tiempos para el sector pesquero. La actividad de la flota de barcos de la provincia de Alicante ha experimentado en el último año un importante repunte, tanto en kilos de pescado y marisco capturados como por el valor económico que alcanzaron en las lonjas. Así se desprende, de hecho, de la memoria anual del Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana.

Según estos datos, el año pasado las flotas de los diez puertos pesqueros de la provincia capturaron casi 15 millones de kilos de género, lo que supone un aumento de más de 2 millones de kilos respecto al año anterior. El valor que este pescado y marisco alcanzó después en lonja superó los 59,5 millones de euros, frente a los 51,2 del año anterior. Se trata del mayor aumento de actividad registrado en la Comunidad Valenciana y contrasta con la situación del resto de provincias, en las que han descendido las capturas y su valor, como ha sucedido en Castellón o València, donde los barcos pescaron menos el año pasado, aunque el beneficio creció levemente respecto al ejercicio anterior. Curiosamente, aunque en la provincia aún se está lejos de los 17 millones de capturas del año 2013, el beneficio obtenido por la venta de pescado y marisco supera con creces los 48 millones que se alcanzaron ese año.

Altea es el puerto con mayor actividad pesquera en cuanto a kilos de capturas, con 4 millones de kilos. Sin embargo, ha sido Santa Pola el puerto en el que más dinero se recaudó el año pasado con las capturas, con 19,7 millones de euros.

A pie de barco, los marineros corroboran estos buenos resultados. «Ciertamente estamos atravesando por un buen momento en cuanto a incremento de ventas», señala José Ignacio Llorca, presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Alicante. Llorca cree que, detrás de estos buenos resultados, «existe una mayor preocupación de la gente por alimentarse mejor, lo que le está llevando a consumir más productos saludables y naturales». Por su parte, Ángel Luchoro, patrón mayor de la cofradía de Santa Pola, apunta también a la abundancia que en los últimos años se está dando en determinadas especies, como la gamba blanca y la quisquilla. Asimismo, se ha registrado un incremento de ventas de merluza, salmonete y pulpo, responsables en buena parte del repunte del sector pesquero en la provincia.

En su informe anual, el Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana también apunta a otras causas que explican este crecimiento de capturas y de valor de ventas. Por una parte, señala que el sector está aplicando medidas de autorregulación, «que están redundando en un significativo incremento de las capturas y de la venta en lonja». Entre estas medidas, destaca la implantación en los últimos años de capturas «por debajo del cupo establecido por la legislación, que aparte de servir como reducción de esfuerzo pesquero, contribuye a la regulación del mercado». Asimismo, las embarcaciones han adoptado la medida de no faenar en las épocas en las que en ciertos caladeros hay especies jóvenes, como es el caso de pescadilla, salmonete, gamba roja y bacaladilla, «protegiéndolos y evitando descartes y la comercialización de los mismos». De otro lado, el sector está dejando de pescar en zonas de alta biodiversidad con el fin de preservar los fondos. A esto, el informe suma los paros temporales biológicos realizados principalmente por la modalidad de cerco, así como la recuperación de determinados caladeros tras varios años con pocas capturas.

El Comité Económico y Social de la Comunidad llama la atención sobre el elevado valor en lonja de las capturas en la provincia de Alicante con relación a las de Castellón y València. La razón, apunta el estudio, «reside en el elevado valor comercial de las especies en la provincia de Alicante, tanto de pescado (mero, dentol, gallo de San Pedro) como de marisco (gamba roja, cigala, quisquilla y gamba blanca)».

A pie de calle, sin embargo, el panorama se ve muy diferente. Entre los puestos de pescado del Mercado Central de Alicante sostienen que el mayor beneficio se lo están llevando las grandes superficies comerciales.

«Aunque el precio que paga un hipermercado y el que pago yo es el mismo, yo debo meterle mucho más margen porque tengo que pagar el autónomo, el alquiler del puesto... Las grandes superficies, en cambio, llegan a venderlo incluso por debajo del precio de compra en lonja», señalaba estos días un pescadero del Mercado Central de Alicante.

La flota pesquera en la provincia de Alicante está constituida por un total de 248 barcos y 998 tripulantes. De ellos, la mayoría son de artes menores y de arrastre. Una pequeña parte son de cerco. Estos datos suponen un leve descenso respecto al año anterior, cuando faenaban 259 embarcaciones con 1.031 tripulantes.

La mayor caída se ha producido en barcos dedicados al trasmallo, con diez unidades menos en un año. Uno de los motivos de esta caída se debe a que una de las características de esta modalidad es que se lleva a cabo mediante pequeñas embarcaciones que realizan su actividad intermitentemente, «pudiendo permanecer de baja en un ejercicio y volver a la situación de activas para el año siguiente, por lo que se producen variaciones tanto a la baja como al alza». En sintonía con esto, señala el informe del CES, «el año 2016 registró un incremento del 1,9% en relación con el ejercicio 2015 en el número total de tripulantes».

Por último, el informe analiza los precios del gasoil para este subsector, que han tenido un comportamiento desigual a lo largo del ejercicio 2017. «Se inició el año con un precio de 0,463 euros por litro, que enseguida se situó en 0,479 euros por litro, para a continuación iniciar una bajada del crudo obteniéndose el precio más bajo durante el mes de junio en 0,396 euros. A partir de ese mes, se vuelve a constatar un progresivo incremento que ha llevado a que se cierre el año con un precio de 0,495 euros, con el consiguiente incremento del gasto de las embarcaciones y su repercusión en el rendimiento económico», detalla

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