El Puerto dejará de mover graneles al aire libre en diciembre de 2019. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Alicante ha adjudicado al grupo francés Eiffage la construcción y gestión para los próximos 30 años de la nueva terminal de graneles, que consistirá en una sola nave central de 22.000 metros cuadrados de superficie, 362 metros de largo, 50 metros de ancho y 17 metros de alto con capacidad para gesionar 3 toneladas de gran el año, el doble que la cifras de la actualidad.

El presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, se ha mostrado satisfecho al anunciar el punto de partida para acabar con los problemas de contaminación por partículos el Puerto, sobre todo las que se producen cuando se mueve cemento y clíncker. Eiffage, propietario entre otras de la constructora ilicitana Hormigones Serrano, prevé invertir en la terminal unos 8 millones de euros.

De esta forma se garantiza la continuidad del tráfico de granel en el Puerto, una mercancía que hoy representa el 55% del movimiento total y que si no existiera prácticamente tampoco se hablaría del propio Puerto, según ha enfatizado Gisbert.

Gisbert ha recordado que el tráfico de mercanías sólidas a granel es clave como lo demuestra el hito que se produjo en 2016 cuando Alicante registró el mayor crecimiento de este tráfico en el sistema portuario español con un aumento del 33% que se consolidó el año pasado. Esto fue posible a la capitación de nuevos tráficos de caliza y yeso.

"Siempre he dicho que el granel es fundamental y que la inversión de naves cerradas debía correr a cargo de la iniciativa privada, porque si no España podría vulnerar las leyes que velan por la competencia. Hemos puesto las bases y hoy he podido anunciar al consejo una buena noticia como es contar con un inversor como es el grupo Eiffage", subraya Gisbert.

Plan Estratégico

Por otro lado, el Consejo de Administración ha aprobado el Plan de Explotación para el período 2018-2022, que contempla, entre como factores clave el crecimiento, la eficiencia económica, social y medioambiental y el desarrollo de instrumentos de convivencia para "crear un mayor valor compartido con la ciudad".

Para ese último aspecto, el presidente ha anunciado que se trabajará en abrir "nuevos espacios" de acceso libre a la ciudadanía, en el entorno de la Volvo y de la Terminal de Cruceros, que acogerán una oferta de servicios.

Gibert se ha referido así a "consolidar y potenciar" los tráficos de referencia del Puerto como la conexión con Canarias y los graneles, pero también a amplicar la línea de atraque de la terminal de contenedores.

Asimimo, el Plan apuesta por permitir convoyes ferroviarios de hasta 750 metros para mejorar la competitividad con el centro de la Península. Todo para lograr que el Puerto de Alicante alcance un volumen de tráfico de 4 millones de toneladas al año, los 200.000 teus al año y los 350.000 cruceristas en 2022.

Gisbert ha indicado que el puerto debe lograr enlaces hacia Marruecos, ya que solo mantiene conexiones con el norte de Africa a través de Argelia.

Gisbert ha subrayado que la rentabilidad del Puerto está lejos de los 2,5% que marca la ley, ya que se sitúa por debajo del 1%. Uno de los proyectos novedosos será la conexión de las dos dársenas interiores deportivas del puerto (Levante y Poniente) para la creación de un circuito peatonal, un vieja aspiración de todos los presidentes del Puerto desde que la anunciara Mario Flores en 1996, cuando planteó un conexió en forma de pasadizo subterráneo a modo de acuario.

Panoramis

Preguntado por la situación del centro comercial y de ocio de Panoramis, Gisbert ha comentado que confía en que la semana que viene abonen las deudas que arrastra la anterior concesionaria y que asciende a 1,5 millones de euros, de los que 1,1 ya están avalados por el aval que presentó el grupo de empresas de Juan Carlos Ramírez (Medimotors)

"Si paga tendrá todo el incentivo del mundo para hacer lo antes posible todo lo que tenga que hacer para ganar dinero, tiene incentivos para empezar lo antes", ha asegurado el presidente del Puerto sobre un concesión que caduca en 2028, aunque se está tramitando la ampliación por 12 años más, "estamos hablando del año 2040".

Asimismo, preguntado por el futuro del barrio Heliodoro Madrona, antiguas viviendas de trabajadores del Puerto, Juan Antonio Gisbert, ha recordado que no vive nadie porque la ley prohíbe que haya viviendas en los espacios portuarios. "¿Qué hacer exactamente? Dependerá de la iniciativa privada, puede ser desde rehabilitarlo para usos distintos a viviendas o derribarlo, aunque no está previsto; lo que está previsto es rehabilitarlo".