La sustitución del callejero franquista de Alicante se inició ayer con el cambio de placas en las primeras seis vías de las 36 cuya denominación se modificará en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, que el PP da por cerrada, aunque no la oposición. Los primeros rótulos en retirarse fueron los de la calle Felipe Bergé, junto a la céntrica plaza de la Montañeta, que desde ayer se denomina Periodista Pirula Arderius, en homenaje a la primera mujer periodista de la provincia, con 40 años de profesión en INFORMACIÓN.

El acto que el grupo de gobierno del PP en el Ayuntamiento eligió para iniciar el cambio del callejero franquista resultó desangelado, sin parlamentos ni protocolo alguno (la homenajeada ni siquiera recibió una reproducción de la placa) y sin la presencia del alcalde, Luis Barcala, que se excusó por motivos de agenda. De hecho, no acudió al recambio de ninguna de las otras cinco vías programadas para ayer: Pedro Mas García por Fernando Ballenilla; Marina Nomdedeu por Francisco Candela Martí; Escultor Adrián Carrillo por Jaime Galiana; Angelita Rodríguez Preciado por Juan Ballesta Pozuelo; y Periodista Adrián López por Luis Bellido. Al cambio de las tres últimas asistió el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, de Compromís.

En lugar del alcalde estuvo la edil de Cultura, María Dolores Padilla, quien declaró que «no podíamos cerrar la comisión de Memoria Histórica sin nombrar las calles tal y como los ciudadanos pedían», en referencia al criterio que aplicó el PP a la hora de pactar las denominaciones con asociaciones vecinales, cambiando el acuerdo que se alcanzó en la etapa del tripartito.

«Estas seis primeras calles salieron de la comisión de Memoria Histórica y el resto, teniendo en cuenta a las juntas de distrito y sus representantes. Son los nombres que ellos han solicitado y nos hemos comprometido con ese cambio. El punto de llegada ha sido hoy haciendo las cosas bien hechas por parte del Gobierno del PP». Padilla añadió que durante todo el verano se estarán cambiando placas, pues han tenido que solicitar de nuevo las de las calles cuyos nombres eligieron los vecinos y que no venían en la propuesta de la comisión de Memoria Histórica. Calculó que el proceso se demorará un par de meses. Las seis vías que se cambiaron ayer son las únicas acordadas en la etapa del tripartito que las juntas de distrito aceptaron mantener.

La oposición -solo se ausentaron los tránsfugas- consideró que no se puede cerrar la comisión de Memoria Histórica al entender que aún quedan numerosos nombres franquistas que deberían cambiarse y, de hecho, llevarán al Pleno una moción conjunta del PSOE, Compromís y Guanyar para que no acabe sus trabajos. Este último grupo recordó que aún existe la Cruz de los Caídos y un monumento falangista en Agua Amarga.

Padilla dijo no entender «por qué hay que volver a abrirla cuando ya se ha llegado a un consenso anterior amplio para cambiar 36 calles». El PP da por zanjada la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en Alicante aunque Padilla dijo que el Ayuntamiento instará a algunos organismos a hacer cambios en sus edificios, entre ellos al Banco de España, para que retire el escudo franquista de su sede pese a no ser, dijo, su responsabilidad.

La periodista de INFORMACIÓN que ya tiene calle en Alicante estuvo arropada por su hija Pino Alberola, redactora del diario, y por su nieta Julia -«espero que sea la tercera generación de periodistas», dijo Arderius-, así como por el director del diario, Toni Cabot, y el fotógrafo Perfecto Arjones. «Tantas veces callejeamos juntos por estas calles que me parece mentira que ahora una de ellas lleve mi nombre. Es por vieja, no por méritos profesionales, porque fui la primera en llegar», bromeó la homenajeada, quien de su larga carrera de 40 años (empezó en 1968) se quedó con una entrevista que hizo a Paul McCartney.