¿Cómo crear un helado que represente a Alicante? Esta fue la pregunta que se hicieron el pequeño de los hermanos Roca, Jordi, y su mujer y socia en las heladerías Rocambolesc, Alejandra Rivas. Los ingredientes los tuvieron claros casi desde el principio, turrón de almendras u horchata, aunque realizaron repetidas pruebas por separado sin que ningún resultado les convenciera. Al final, pensaron en mezclarlos y dieron con el sabor que buscaban para crear una Cara del Moro.

«El turrón y la horchata son muy típicos de Alicante y en el homenaje a la ciudad que nos ha recibido con tanto cariño queríamos un monumento o enclave que fuera muy representativo. Además, la historia que hay detrás de la Cara del Moro es romántica y rocambolesca», explicó como pudo, con su afonía, Jordi Roca, artífice de los postres del Celler de Can Roca, uno de los mejores restaurantes del mundo, en la presentación de este helado ayer en el Gourmet de El Corte Inglés. En este espacio abrió el pasado noviembre la heladería Rocambolesc, apuesta que el director de los grandes almacenes en Alicante, Juan Cabello, agradeció al tiempo que auguró un «éxito seguro» al helado de la Cara del Moro.

Así, la leyenda trágica que llevó al califa a morir de pena por el suicidio de su hija Cántara tras enterarse de la muerte de Alí, que se había quitado la vida al saber que el califa había elegido a Almanzor para casarse con su hija, y cuya cara quedó grabada en el monte Benacantil, llegará a los establecimientos Rocambolesc de Madrid, Barcelona y Girona. El cuidado «packaging» del helado, que se vende dentro de una caja con la imagen de la Cara del Moro y la leyenda escrita, permitirá difundirla entre los clientes. Su precio es de cuatro euros.

Jordi Roca y Alejandra Rivas siguen así fieles a la tradición de dedicar un helado a las ciudades en las que abren un Rocambolesc. En Girona, el primero que inauguraron hace seis años, está dedicado al Cul de la Lleona y es de manzana y bergamota; el de Madrid representa al Oso y el Madroño y sabe a madroño y melocotón; y el de Barcelona, el dedo de Cristóbal Colón, es de chocolate, aceite y sal.

El resto de helados y sorbetes de Rocambolesc están inspirados en los postres de Jordi en el restaurante, señaló Alejandra Rivas, aunque para «divertirnos también hemos sacado una mano dorada del Matarreyes de Juego de Tronos Jaime Lannister o el Velencoco, dedicado al modelo Andrés Velencoso, y también la cara de Darth Vader que se llama Helado Oscuro».

Además, desvelaron que la apertura en Alicante se debió a que fue de las ciudades más citadas junto a València cuando preguntaron a los internautas dónde instalarse. Las redes sociales juegan un papel importante en el negocio y de hecho ayer acudieron a la presentación un grupo de «instagrammers» que adivinaron de qué sabor iba a ser el helado que representara a la «terreta». Como buenas usuarias de la red social, inmortalizaron el momento con un sinfín de «selfies» con Jordi Roca y el helado de la Cara del Moro para luego subir a Instagram.