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La pobreza se ceba con las comarcas turísticas del litoral de Alicante

La Marina Alta, la Vega Baja y la Marina Baixa tienen la renta más baja de la provincia y las mayores tasas de privación material

Un tercio de la población de las comarcas turísticas del litoral alicantino se encuentra en riesgo de pobreza, muy por encima de la media provincial y autonómica y, sobre todo, de las zonas industriales del interior. Así lo reflejan los últimos datos de los indicadores de pobreza y condiciones de vida a nivel subregional elaborados por el Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana, referidos al año 2017, que señalan una tasa de riesgo de pobreza del 33,4% en la Marina Alta, del 32,8% en la Vega Baja y del 29,8% en la Marina Baixa. Mientras tanto, en l'Alcoià este índice se queda en el 18,5%, y en El Comtat y el Alto Vinalopó es del 21,1% y 21,5%, respectivamente.

Las elevadas tasas que presentan las citadas comarcas costeras son las que elevan la media provincial de riesgo de pobreza al 26,6% de la población. La situación, además, viene repitiéndose durante los últimos años, lo que pone de manifiesto la existencia de dos patrones socioeconómicos muy diferenciados en la provincia de Alicante, con esa dicotomía entre el litoral turístico y el interior industrial. Así, el hecho de que los niveles de riesgo de pobreza sean más bajos en l'Alacantí y el Baix Vinalopó cabe atribuirlos al peso respectivo de Alicante y Elche, en un caso por la actividad económica en torno a la administración y los servicios y en el otro por ser también una ciudad industrial.

La tasa de riesgo de pobreza relativa se elabora a partir de la renta por unidad de consumo, un indicador que a su vez se realiza teniendo en cuenta los ingresos de cada hogar y las características de las personas que lo componen. Y en estos datos, como cabía esperar, hay una correlación mimética con el índice de riesgo de pobreza. La Marina Alta, la Vega Baja y la Marina Baixa, por este mismo orden, tienen los niveles más bajos de renta, con 11.458, 11.637 y 12.464 euros por unidad de consumo, respectivamente. En contraposición a esto, otra vez, la tabla está encabezada por l'Alcoià, El Comtat y el Alto Vinalopó, con 15.158, 14.769 y 14.437 euros, respectivamente. De nuevo, el área litoral hace que media provincial baje y se sitúe en 13.201 euros.

Las diferencias entre una costa aparentemente más empobrecida y un interior en una situación más holgada incluso se han agrandado en los últimos años. Si en 2015 la brecha entre la Marina Alta y l'Alcoià -mayor y menor tasa de riesgo de pobreza- era de 12,1 puntos, dos años después ha crecido a 14,9. Puede parecer paradójico que las zonas litorales, con un aparente mayor dinamismo gracias a la actividad turística y de servicios, resulten ser a la vista de la estadística más pobres que el interior, vinculado a la industria tradicional y más envejecido. Sin embargo, hay algunos rasgos en el perfil económico de estas zonas que condicionan en muy gran medida los datos resultantes.

Estructura económica fuerte

El geógrafo José Vicente Sánchez Cabrera explica en torno a estos datos que ponen de manifiesto cómo algunos territorios «tienen menos resistencia a las crisis y mayor dependencia de la economía más coyuntural», refiriéndose en este último caso a las zonas más vinculadas al sector terciario y las actividades turísticas. «Parece ser», apunta, «que las áreas metropolitanas e industriales, a pesar de los pesares, tienen una economía más fuerte», lo cual es, añade, «una llamada de atención a los territorios que fían todo a un sector».

Sánchez Cabrera señala cómo estas zonas «presentan peores niveles de renta declarada», algo que se puede vincular a la mayor precariedad y la estacionalidad del empleo en sectores como el turístico, así como a la economía sumergida, cuyos números no se reflejan en las estadísticas. Esas circunstancias condicionan los ingresos de la población y, con ello, que la pobreza pueda ser mayor.

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