Ruido de maletas arrastrándose a todas horas, gente extraña por las escaleras o los ascensores, voces hasta altas horas de la noche y poco cuidado con los espacios comunes de los edificios. La proliferación de apartamentos turísticos está enfrentando dos realidades muy diferentes: la de familias o amigos que están de vacaciones con la de vecinos que siguen con su rutina habitual de madrugar para ir a trabajar.

Dos situaciones que muchas veces chocan y que están generando un rosario de conflictos en las comunidades de propietarios. «Casi a diario recibimos llamadas de vecinos que sufren las molestias de los apartamentos turísticos y nos piden ayuda», señala Mar Rodríguez, presidenta en funciones del Colegio de Administradores de Fincas de Alicante. Ante estas situaciones, hay edificios de nueva construcción que ya están empezando a tomar cartas en el asunto, y prohíben en sus estatutos que se alquilen pisos como alojamientos turísticos. Así ha ocurrido en algunas construcciones de Benidorm. Eso en las nuevas promociones de viviendas. En el caso de edificios ya construidos, poco se puede hacer. «Para cambiar los estatutos de una comunidad se requiere la unanimidad de todos los propietarios, algo muy difícil de conseguir», explica Rodríguez. Así las cosas, cuando los administradores de los edificios reciben quejas por este tipo de alquileres, lo único que se puede hacer «es comprobar que administrativamente lo tienen todo en regla y que el piso está correctamente dado de alta como alojamiento turístico». En caso de que las molestias persistan, Mar Rodríguez aconseja denunciar, «aunque en la práctica es muy complicado, ya que los inquilinos suelen estar por unos días y, cuando se quiere tomar algún tipo de medida, ya están en sus países».

Entre las quejas más habituales recogidas por el Colegio de Administradores de Fincas destacan el ruido, la suciedad, la sensación de inseguridad que provoca ver gente extraña a todas horas o el mal uso de los elementos comunes. «Los propietarios se sienten indefensos ante este tipo de actividad que se da junto a sus casas e impotentes, porque ven que no pueden hacer nada por frenarla», señala la presidenta en funciones del Colegio de Administradores de Fincas.

Y es que el auge de las redes sociales y de los vuelos baratos ha hecho que el mercado del alquiler haya dado un giro de 180 grados. «Antes había una clara separación entre los alquileres de media o larga duración y los apartamentos que, sobre todo en las zonas de playa, se alquilaban en los meses de verano». Ahora, añade Mar Rodríguez, «los alquileres turísticos se prolongan todo el año, porque los propietarios han visto la enorme rentabilidad que pueden sacar con ellos».

En los últimos meses, el Colegio Oficial de Administradores de Fincas ha editado, junto con la Agencia Valenciana de Turismo, una guía informativa sobre las obligaciones que debe cumplir el propietario de una vivienda que se ofrece como alquiler turístico.