Pese a esta asfixiante falta de plazas para ingresar a personas con enfermedad mental, en Alcoy y Alicante hay dos centros que llevan años construidos y cerrados.
Uno de ellos es el centro El Barranquet de Alcoy, con 40 plazas para residencia y 20 de centro de día. Fue en agosto de 2014 cuando se puso la primera piedra de unas instalaciones que tendrían que haber estado terminadas en 10 meses. Sin embargo, los impagos del Consell y las reprogramaciones en las ayudas han ido eternizando su puesta en marcha. Desde la Conselleria de Igualdad señalaron ayer que su apertura depende del Ayuntamiento de Alcoy y que ellos ya cuentan con una partida presupuestaria para su equipamiento. Sin embargo, la intención del Ayuntamiento es ceder el centro a la Conselleria en septiembre u octubre para que lo asuma y lo ponga por fin en funcionamiento. Mientras, el Consistorio ha tenido que gastar medio millón en reparar daños provocados por el vandalismo. Otro de los centros pendientes de abrir es el Centro de Rehabilitación Psicosocial, ubicado en Sant Joan y que pertenece a la Diputación Provincial. Hace cinco años que estas dependencias están terminadas y cerradas, y en ellas hay capacidad para 56 pacientes en residencia, 20 en centro de día y 50 en un Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS). Diputación y Generalitat aún no se han puesto de acuerdo sobre quién debe asumir su gestión.
