Las playas alicantinas batieron un triste récord en 2017, el de ahogamientos, con 38, triplicándose la cifra en dos años, según datos oficiales de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que la sitúa como la segunda provincia con más víctimas tras Las Palmas. Además, solo Cruz Roja realizó 11.000 asistencias sanitarias. La entidad, que vigila varias playas de la Costa Blanca, quiere reducir los riesgos que se producen junto al mar y qué mejor que enseñar a los bañistas técnicas básicas que pueden salvar la vida a una persona como la reanimación cardiopulmonar. Esto es lo que harán a lo largo del verano en las playas de la Comunidad.

Esta semana, los voluntarios de Cruz Roja estarán entre el Postiguet y la playa de San Juan mostrando, en varios expositores y talleres en la misma arena, cómo se hacen las maniobras cardíacas y de respiración asistida pero también a comprender los resultados de una prueba de tensión. Ellos mismos se la toman a las personas mayores y se la interpretan, a la vez que les dan consejos sobre ola de calor, prevención solar, la importancia de la hidratación y de una alimentación saludable. En el apartado de seguridad, enseñarán cómo hay que salir de las corrientes peligrosas, a prevenir y auxiliar a personas picadas por medusas, y a interpretar el color de las banderas. De todo ello Cruz Roja ha realizado diversos vídeos con consejos.

Todas estas actividades se enmarcan en la iniciativa «Mediterráneo, deja que te cuide», que cuenta con la colaboración de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Ayer se celebró la presentación en la playa del Postiguet con la asistencia del presidente provincial de Cruz Roja, Antonio Navarro; la diputada de Bienestar, Carmen Verdú; y los concejales de Sanidad y Medio Ambiente de Alicante, Marisa Gayo e Israel Cortés. Esta campaña, diseñada en cumplimento de los objetivos de desarrollo sostenible de la vida marina, también tiene una parte de interacción con el mar para que quienes disfrutan del mismo aprendan a cuidarlo. De las 1.000 asistencias sanitarias que Cruz Roja llevó a cabo en 2017 en las playas alicantinas, una buena parte estuvieron relacionadas con la basura marina por las heridas a causa de latas, plásticos, vidrios y anzuelos. «Queremos dar a conocer qué hay debajo del mar cuando nos bañamos y por qué es importante conservarlo para tener un agua limpia y un baño agradable, minimizando riesgos asociados a la salud y la seguridad de las personas», señala Karine Lopes, responsable autonómica de Medio Ambiente en Cruz Roja.

«El 80% de la basura marina es de origen terrestre. Es frecuente encontrar en las playas bastoncillos de oídos, toallitas, otros tipos de plásticos y microplásticos, y colillas», añade. La entidad aborda en estos talleres la toxicidad de los plásticos para el ser humano pues «se introducen en la cadena trófica de los peces, que las personas acabamos consumiendo».