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«Se está exportando a Cataluña el fanatismo de la izquierda abertzale»

Consuelo Ordóñez ha dedicado su vida a luchar contra la banda terrorista que la amenazó de muerte durante años

«Se está exportando a Cataluña el fanatismo de la izquierda abertzale» Álex Domínguez

¿Se supera el asesinato de un hermano a manos terroristas?

Al mes del asesinato de mi hermano empecé a ir a actos de protesta donde encontré a los que son mis mejores amigos. Concentraciones de vascos ejemplares que daban la cara contra el terror pese a que teníamos enfrente contramanifestaciones de proetarras que nos agredían con piedras. Ellos me ayudaron con nuestra tragedia, amigos como Fernando Savater y otros muchos anónimos. Esa gente tan valiosa fue mi terapia para transformar ese odio en lucha inteligente y constructiva contra el terror. Desde el minuto uno me convertí en activista contra los violentos y ahí sigo. El odio se supera, se transforma. He estado siempre tan activa que no he necesitado psiquiatras, no he sufrido depresiones, aunque sí momentos tristes, pero he salido adelante. No me he callado nada y me he significado desde el minuto uno. Me abrieron la cabeza en una de las concentraciones y di el salto a lo público. Heredé la popularidad de mi hermano y siempre he estado en primera línea contra el terror.

Se fue a vivir a València...

Hace 12 años. Y tan tranquila. Se vive fenomenal pero mi cabeza no está aquí. Está en el País Vasco. Soy una desterrada forzosa.

¿Encuentra paralelismos entre lo que se vivió en el País Vasco y la situación en Cataluña?

Mi cabeza no está aquí ni tampoco en Cataluña. Sí puedo decir que se está exportando a Cataluña el fanatismo y la radicalización de la izquierda abertzale. Lo veo desde hace años en todos los aspectos, desde las instituciones, hay más radicalidad ahora, sin llegar a lo que se ha llegado en el País Vasco. Hay más gente fanatizada y la radicalización es lo mas peligroso del mundo desde que existe la humanidad. Es lo que ha provocado todas las guerras. Los fanáticos se basan siempre en una mentira, llámalo proyecto político o religioso. Los extremos de un signo u otro me dan un asco terrible, no quiero extremistas ni de un lado ni de otro.

Delitos de odio de los que usted ha hablado en Alicante...

Hablé de la radicalización en torno a ETA, que existe, en el País Vasco y en Navarra. De la gravedad que supone que en este rincón de Europa tengamos el triste honor de ser la sociedad más altamente radicalizada. Todas las semanas se recibe a terroristas orgullosos de su pasado criminal como a héroes. Se lleva a niños a esos homenajes y se les coloca en primera fila. Las ciudades de Euskadi y Navarra están tomadas por la escenografía etarra, con fotos de los terroristas que están en la cárcel. Esos niños están creciendo en un entorno social radicalizado, les hacen creer que esos etarras son sus referentes. Héroes que han estado en la cárcel, con el peligro que eso puede suponer para las generaciones futuras. ¿Quién nos garantiza que lo que pasó no puede volver a ocurrir en 10 o 15 años? Asistimos a esto con desconocimiento. Nadie hace nada, la impasibilidad de las instituciones es total y absoluta. En septiembre creamos en Covite (el colectivo que preside) un observatorio de radicalización y documentamos todos los actos de enaltecimiento del terrorismo en el País Vasco y en Navarra desde 2016 para denunciarlo. En 2018 han aumentado alarmantemente. En lo que llevamos de año van 114 actos, y en todo 2017 fueron 76.

¿Pasa en pueblos y ciudades?

En todas partes. En 2017 en San Sebastián le hicieron un homenaje por todo lo alto a un terrorista sanguinario que trabajaba en el despacho municipal de HB, al lado del de mi hermano, y que en sus ratos de ocio se dedicaba a asesinar a ciudadanos. Fue en un barrio céntrico, debajo de donde vive la familia de una de las víctimas. Tiraron siete petardos, uno por cada asesinato. Estos homenajes los hacen a los etarras que salen de la cárcel orgullosos de sus crímenes, no a los que han rechazado a la banda, que son sólo un 2%. En las ciudades que gobierna Bildu, que son muchas, y en algunas del PNV la escenografía de los presos en las cárceles adorna paredes y hay pintadas eternas sobre su excarcelación.

No es algo nuevo...

En los más de 40 años de la banda han sido una constante, pero ponemos el foco en ellos porque cada vez hay más. Cuando ETA escenificó el circo de la disolución en Francia se recrudeció el agradecimiento a su lucha, las pintadas alabando su existencia. Hay mucho nostálgico. Sería impensable que esto ocurriera en Francia con los yihadistas de París. EH Bildu sigue sin condenar a ETA y justificando la violencia como herramienta política. El gobierno de Navarra está sostenido por sus votos y en el Congreso hay una diputada que pidió un aplauso para los terroristas de la T4 de Barajas. Ese proyecto totalitario y excluyente que quisieron imponer con las armas ahora lo defienden en las instituciones.

¿Qué opina del acercamiento de presos del nuevo gobierno?

Cuando los socialistas crearon en 2009 la vía Nanclares con requisitos para sacar presos no dijimos nada. Ahí entró Valentín Lasarte, asesino de mi hermano. Zapatero tenía ese plan. Luego llegó el PP en 2012 con el suyo. El gobierno de Sánchez no ha acercado a nadie, se están discutiendo las condiciones. Son los jueces los que tienen que valorar los requisitos pero el repudio a ETA es el paso para que esos presos comiencen su camino a la reinserción. Es nuestra línea roja, con qué poco nos conformamos. Nos está cayendo un chorreo y nos llaman traidores porque no seguimos las críticas del PP. Ellos no acercaron los presos porque no les dio tiempo por la moción de censura. Lo pactaron con el PNV, y sin condición alguna, a cambio de su apoyo a los presupuestos.

¿Quién está en su colectivo?

Representamos a las familias de 400 víctimas de ETA, del GAL y del yihadismo, entre otros. Ahora se ha incorporado a la directiva Joaquín Echeverría, el padre de Ignacio (el héroe del monopatín que murió en Londres atacado por un yihadista), que siente el desamparo institucional que hemos vivido las víctimas de ETA en el País Vasco y Navarra. No se asombra de lo que hizo Ignacio, poniendo la dignidad por encima del miedo. Tienes que tener unos valores muy pronunciados para actuar como lo hizo.

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