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El General de Alicante logra que la mitad de los ictus graves dejen secuelas leves

El centro realiza 500 trombectomías en cuatro años, una técnica de referencia para toda la provincia que ha permitido reducir las secuelas

Imagen de las jornadas celebradas ayer en Ibermutuamur. alex domínguez

Una mejor recuperación para los pacientes que sufren un ictus. El Hospital General de Alicante ha logrado que la mitad de las personas que padecen un accidente cerebrovascular grave en la provincia queden con secuelas leves. Los datos han sido dados a conocer por el centro sanitario tras haber alcanzado hace unos días la cifra de 500 trombectomías. Esta técnica se puso en marcha en el año 2014 en el centro sanitario y ha revolucionado el tratamiento de los ictus, sobre todo de aquellos que son más graves y que por lo tanto más secuelas dejan en el enfermo. «Hasta la implantación de esta técnica el 90% de los pacientes que sufrían un ictus grave, con la oclusión de un gran vaso, quedaban con importantes secuelas», explica Carmina Díaz, responsable del servicio de Neurología del Hospital General de Alicante. De las 500 personas tratadas mediante trombectomía en estos cuatro años, «250 se han quedado en una situación bastante aceptable, con un grado de discapacidad leve». Un tercio de ellos, además «son totalmente independientes» tras el ictus, explica Díaz. El Hospital General de Alicante es centro de referencia para toda la provincia en esta técnica que cada vez se aplica en un mayor número de pacientes.

La trombectomía consiste en introducir un catéter en el paciente y a través del sistema circulatorio llegar a la zona de la cabeza en la que está la obstrucción y absorberla. Una técnica compleja que está indicada solo para aquellas personas que han sufrido la oclusión de un gran vaso sanguíneo y para las que los tratamientos habituales con fármacos ofrecen pocas esperanzas de recuperación. De hecho, solo uno de cada seis pacientes que llegan a Urgencias con un ictus son candidatos a beneficiarse de este delicado procedimiento que realizan los neurorradiólogos del hospital. «En esta selección influyen las características de los pacientes, las enfermedades previas que puedan tener o el tiempo que ha pasado desde el inicio de los primeros síntomas», afirma Díaz. Y es que en el tratamiento del ictus, todo se resume en una frase: tiempo es cerebro. Pasadas seis horas desde que aparecieron los primeros síntomas del accidente cerebrovascular, los médicos estiman que el impacto en forma de muerte neuronal ya es demasiado elevado para que el paciente se pueda beneficiar de una trombectomía.

No obstante, estas cifras podrían variar en un plazo de tiempo no muy lejano. Y es que recientes estudios y el desarrollo de las técnicas de imagen «están haciendo reconsiderar este espacio de seis horas y planteando que quizá se podría ampliar incluso a 12», explica la responsable de Neurología del Hospital General. Así los TAC más avanzados, añade, «permiten ver con mayor precisión el tejido cerebral que no está dañado irreversiblemente y que se podría recuperar abriendo nuevamente la arteria afectada». Si se ampliara esta ventana de tiempo significaría que muchos más pacientes se podrían beneficiar de la técnica. En este sentido, Díaz incide en la importancia de tener equipos especializados en el tratamiento de los ictus graves con guardias específicas para atender esta patología las 24 horas del día. «La inversión es rentable en términos económicos, porque recuperar a estos pacientes supone un ahorro de dinero en rehabilitación, por no hablar de otros problemas como costes laborales, sociales o familiares».

El Hospital General de Alicante es a día de hoy el centro sanitario de la Comunidad Valenciana que más trombectomías realiza, por encima de los hospitales de La Fe y el Clínico de Valencia, que son los otros dos centros que la tienen en su cartera de servicios.

El ictus es la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres en España. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, esta enfermedad afecta cada año a alrededor de 120.000 personas en España. También es la principal causa de dependencia en adultos. Lejos además de lo que puede parecer, el ictus no afecta sólo a la población mayor. «El 35% de los afectados tiene menos de 65 años y dos tercios están por debajo de 75», señala Julio Agredano, presidente de la Asociación Freno al Ictus, quien participó ayer en una jornada de «Prevención y sensibilización de enfermedades y accidentes cardio y cerebrovasculares», celebrada en la sede de Ibermutuamur de Alicante. La edad además está bajando debido al aumento de personas obesas e hipertensas, dos de los factores de riesgo que se asocian con el ictus. Y es que el 90% de los accidentes cerebrovasculares tienen detrás causas que se podrían haber evitado. «Solo el 10% tiene un origen genético o esconden una malformación», explica Agredano.

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