La consellera de Vertebración del Territorio, María José Salvador, presentó ayer el informe que el Consell ha remitido al Ministerio de Fomento con las actuaciones necesarias para mejorar la accesibilidad de ocho municipios a la autopista AP-7, una vez la carretera que conecta Alicante con Cataluña quede libre de peaje, tal como se ha comprometido el ministro José Luis Ábalos, a partir del 31 de diciembre de 2019. El coste alcanza los 220 millones de euros, aunque según Carlos Domingo, director general de Transportes, el presupuesto final será menor debido a que proyectos como la circunvalación de Altea se licitó por 80 millones de euros y se ha rebajado hasta los 30 millones.

En la provincia de Alicante se pide la mejora de la carretera N-332 entre Gata de Gorgos y Pedreguer con una solución tipo vía parque (incremento de la capacidad y de la seguridad vial). El tramo de la N-332 entre Gata y Pedreguer presenta actualmente problemas de congestión debido al tráfico inducido por Xàbia, que aunque utilice la AP-7 tiene que usar el enlace de la AP-7 de Ondara. Se propone también la construcción de una carretera de enlace entre AP-7 y N-332 en Altea, Alfàs del Pi y La Nucía. Al igual que sucede con Oliva, la travesía de Altea presenta graves problemas de congestión, contaminación y seguridad, especialmente en verano. La actuación mejoraría la accesibilidad de la zona, permitiendo utilizar la AP-7 como variante de Altea. A su vez mejora la movilidad y la accesibilidad de Alfàs del Pi y de La Nucía.

Según la consellera María José Salvador, el estudio realizado se ha centrado en analizar la movilidad viaria en el entorno del trazado de la autopista AP-7 que discurre por la Comunidad Valenciana, sobretodo en el corredor costero, donde existen problemas de capacidad y funcionalidad.

«La distribución de las conexiones de la vía de peaje unida al efecto disuasorio del propio coste del peaje, ha condicionado el comportamiento de la red viaria (estatal y autonómica) de las comarcas atravesadas, en las que no siempre se alcanza la deseable especialización funcional» detalló Salvador.

Ante esto, la consellera subrayó que «desde la Generalitat se ha defendido y apostado por la liberación de la autopista». De esta forma se mejorará sensiblemente la movilidad de los municipios por los que pasa y de los afectados por su área de influencia, ya que actualmente los dos ejes viarios libres de peaje que recorren esta zona del litoral, las carreteras nacionales N-340, N-332, A7 y CV-10, sufren problemas de congestión y seguridad vial». Estos problemas son especialmente graves en la zona de la N-332, donde existen numerosas travesías por núcleos urbanos, puesto que en la zona de la N-340 la autovía CV-10 permite mitigar estos problemas.

Con carácter general, las actuaciones propuestas se agrupan en dos tipologías. Por una parte se encuentran las que pasan por la creación de nuevos enlaces de conexión de la AP-7 con la N-332 y con la N-340, de tal forma que se potencie el mallado de la red viaria estatal y se facilite el trasvase de tráfico desde las vías más congestionadas a aquéllas que disponen de una mayor reserva de capacidad. El otro tipo de propuestas van encaminadas al aumento de la capacidad y mejora de seguridad vial de los tramos de carretera convencional que conectan los peajes de la AP-7 existentes con núcleos urbanos o carreteras relevantes y presentan niveles de servicio inadmisibles.

La eliminación del peaje en la AP-7 tienen también sus detractores. Por un lado los hoteleros que piensan que la vía de acceso de los turistas se colapsará, y aquellos que creen que sin gestión privada la vía se deteriorará.