Ya sea como punto de referencia físico o como atractivo para el público que pasaba por allí. El hecho es que un acuario sin peces no ofrece ninguna garantía al comercio que crece en torno a la Plaza Nueva. Las cafeterías, tiendas de regalo o negocios de ropa y complementos que abren sus puertas cada día en las inmediaciones del acuario reclaman que el Ayuntamiento sea «ágil» y vuelva a conseguir que esta gran pecera sea atractiva al visitante. Porque «aquí, algo tiene que haber; si no, ¿quien va a venir?», lamenta el gerente de una heladería.

La decisión del Ayuntamiento de Alicante de trasladar definitivamente los peces que siguen vivos, toda vez que han vuelto a aparecer una veintena de ejemplares muertos, ha puesto en alerta a los comerciantes y restauradores de la zona. Un nuevo fallo en los sistemas de refrigeración provocó una subida de la temperatura del agua de una instalación reparada hace un año, donde el tripartito invirtió un total de 120.000 euros.

Muchos comerciantes recuerdan cómo esta gran pecera, en su día toda una innovación en el panorama de ocio urbano, se convirtió en un elemento inservible los 20 meses que estuvo cerrada por otra avería. Y ahora no quieren que ocurra lo mismo.

Ángeles Ruiz, de una tienda de moda situada en la misma Plaza Nueva cree que el acuario «es un reclamo» y como mínimo sirve «para ubicar a la gente y decirle donde está tu negocio». Abi Abad, gerente de otra cafetería cercana, piensa que los problemas «van a aumentar un 10.000 por cien». En este caso, es la ausencia de niños la que define parte de la clientela de estos negocios. «Sin acuario, no vendrán niños y no vendrán familias. Si lo que queremos es que solo haya gente de fiesta, que quiera consumir alcohol, pues que no abran el acuario», explica el encargado de este negocio.

Avería en verano

La preocupación es mayor, si cabe, cuando ha tenido que ser en verano la nueva avería del acuario y su anunciado cambio de contenido, con el uso de material audiovisual e interactivo que ofrecen las nuevas tecnologías.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Comerciantes Corazón de Alicante, Vicente Armengol pide rapidez a la hora de tomar decisiones. «Si no hay peces vivos, no nos parece mal, pero el problema vendrá si se alarga la solución. Ya estuvo 20 meses cerrado y eso no pude volver a ocurrir», recalca Armengol, quien también pide al Ayuntamiento que les mantenga informado sobre cómo se desarrolla el nuevo proceso de adjudicación.

Para el portavoz de Corazón de Alicante, «el acuario atrae sí o sí». Según Armengol, hay familias que se acercan a ver el acuario, y al venir por estas calles, pasan a muchas tiendas que de otra forma no lo harían». Los comerciantes ya no entran en el debate de qué es lo que tiene que haber dentro de esta gran pecera («como era aquel primer acuario, seguro que no volverá a ser», afirma Armengol), pero siempre apoyarán que la Plaza Nueva sea un referente del llamado «tardeo sano», de carácter familiar, donde los padres toman una copa mientras los hijos corretean y miran a través de los cristales del tanque de agua.