Los hoteles y apartamentos turísticos de la Costa Blanca no son los únicos que se saturan en verano y cuelgan el cartel de no hay billetes. Las carreteras de la provinciacarreteras de la provincia, con 2.621 kilómetros entre autovías, autopista y vías convencionales, también registran un alto índice de saturación y durante julio y agosto el «overbooking» de vehículos provoca diariamente importantes problemas de congestión, los cuales se agravan aún más a determinadas horas y los fines de semana, por la masiva afluencia a las playas. Las carreteras son las que hay y no tienen capacidad para absorber más vehículos, por lo que a los conductores no les queda otro remedio que armarse de paciencia.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha organizado un dispositivo especial para la campaña de verano que incluye refuerzos de agentes durante determinadas fechas, en concreto al principio y final de los meses de julio y agosto, mientras que en los cambios de quincena se intensificará la vigilancia. El operativo de la DGT contempla medidas de regulación, ordenación y vigilancia del tráfico para hacer la circulación lo más segura y fluida posible.

En todo el país se prevén 89,3 millones de desplazamientos en julio y agosto -un 2 por ciento más que el verano anterior-, de los cuales un 21% se registrarán por las carreteras de la Comunidad, Murcia, Cuenca y Albacete. El último informe de puntos negros de la DGT es de 2014 y recoge 20 en la provincia, mientras que Fomento cifró el pasado año en 54 los tramos de concentración de accidentes.

La saturación de tráfico en verano afecta de norte a sur a la N-332 que recorre todo el litoral alicantino y a las vías de acceso a las playas, pero luego hay determinados tramos con un mayor índice de conflictividad. Según la DGT, los cuatro puntos más conflictivos en la provincia durante las operaciones especiales del verano se encuentran en los 31.2 kilómetros de la A-70 -la circunvalación de Alicante- y en tres tramos de la carretera N-332: De El Altet a Santa Pola (del kilómetro 95 al 86,500); Torrevieja (del kilómetro 49 al 55; y Altea (del kilómetro 157 al 159).

Pese a que Tráfico reduce las zonas conflictivas a cuatro, la saturación de vehículos es generalizada en las carreteras de la provincia próximas al litoral y en los accesos a los municipios costeros.

En Alicante, la avenida de Dénia, la Playa de San Juan y la zona de la plaza del Mar son los tres puntos donde se registra un aumento considerable de tráfico durante la época estival. En el caso de la avenida de Dénia, que ya soporta durante todo el año una intensidad importante en horas punta, durante el verano se agrava la situación porque a los conductores habituales se suman los que se desplazan desde su lugar de veraneo y los vehículos de los turistas. El resto de accesos a la capital también suelen presentar momentos puntuales de congestión en el entorno de los horarios de entrada y salida de la jornada laboral.

Un calvario de vía

La N-332 es un calvario en muchos tramos desde Pilar de la Horadada hasta El Verger, pero en Santa Pola, Altea y Torrevieja se convierte en una ratonera para los conductores. Los accesos a la pedanía costera de La Marina, a través de la N 332, también son un punto conflictivo para el tráfico.

En el caso de Torrevieja, la circunvalación discurre a lo largo de ocho kilómetros de la N-332 con un solo carril para cada sentido. Asume un tráfico medio diario de 40.000 vehículos y hay retenciones en cualquier época del año, pero especialmente graves en verano, con un atasco continuo que alcanza los cuatro kilómetros en sentido Cartagena. En los últimos años se han producido accidentes mortales graves, sobre todo por alcance. Uno de los tramos está indicado específicamente como un punto negro por la Dirección General de Tráfico por elevada siniestralidad.

En la misma N-332 hay tramos desdoblados con rotondas y se producen retenciones importantes en el acceso al centro comercial de La Zenia Boulevard en Orihuela Costa.

La autovía A.70, conocida como la circunvalación de Alicante, es la de mayor intensidad de tráfico de la provincia. El pasado año tuvo una intensidad media de 87.828 vehículos, pero en julio llegó a alcanzar los 97.114 vehículos, según Fomento. La variante de Benidorm es otro punto de gran intensidad, con una media anual de unos 51.000 vehículos diarios, cifra que llegó a los 57.000 en agosto.

Sin duda, uno de los tramos que provoca un mayor suplicio a los conductores es atravesar el casco urbano de Altea por la carretera N-332. Para recorrer cerca de tres kilómetros se tarda entre 30 y 40 minutos en horas punta. La carretera es la vía de paso obligado para acceder al centro comercial, al casco antiguo y a la playa, por lo que el paso de vehículos se multiplica y se añade a los que solo han de atravesar el municipio. Un tramo de cinco kilómetros de la CV-725, que va de Dénia a Ondara, también se colapsa al terminar la jornada playera.

Las carreteras del interior tampoco se escapan y, por ejemplo, la A-31 registra los domingos de 19 a 21 horas un tráfico intenso de vehículos que regresan a sus municipios tras pasar el día en la playa.

Este diario ha intentado conocer sin éxito el dispositivo de la Guardia Civil de Tráfico en Alicante y sus prioridades de la campaña estival en la provincia.