«Es muy peligroso. Con las rachas de viento, las ramas pueden golpear a los coches y sobre todo a un motorista o a algún ciclista que podrían hasta caerse al suelo, y ser arrollados por cualquier coche que pase. El riesgo es mayor con la conducción nocturna porque apenas hay visibilidad y puede ocurrir un grave accidente». La queja a la que pone palabras José Aguilar, un conductor que ocasionalmente circula con su furgoneta por el tramo de la N-332 entre Agua Amarga y la salida hacia el aeropuerto, es compartida por numerosos usuarios de esta carretera que registra una intensa circulación vial en ambos sentidos, quienes consideran que adolece desde hace tiempo del adecuado mantenimiento, con la maleza demasiado crecida, pues molesta e invade los arcenes.

Al quedar inutilizados estos espacios que, según el reglamento de circulación, es por donde deben circular por una carretera general tanto bicicletas como ciclomotores, vehículos para personas con movilidad reducida y vehículos que realizan seguimiento a ciclistas, todo ellos se ven obligados, a causa de la maleza, a invadir los carriles de circulación. Esto obliga a los conductores de turismos, furgonetas o camiones a aminorar la circulación hasta que ciclistas, motociclistas o ciclomotores pueden volver al arcén o a realizar incluso adelantamientos peligrosos para esquivarlos.

El tramo afectado en la carretera al aeropuerto es de unos cinco kilómetros, desde la desaladora hasta casi la salida a la terminal, «sin ningún tipo de mantenimiento desde hace tiempo. Los matojos están muy crecidos e invaden el arcén dificultando el paso de motos y ciclistas», explica Vicente López, otro asiduo conductor de esta vía que registra una intensa circulación. Pues si el Ayuntamiento de Alicante calcula en más de 50.000 los vehículos que cada día circulan por la avenida de Elche, una buena parte de ellos toma el citado tramo hacia el aeropuerto para realizar sus desplazamientos.

Aunque en días pasados, algunos conductores vieron a operarios con cizallas por la zona y pensaron que iban a sanear la vegetación de los arcenes, de momento no ha sido así y continúa muy crecida. Hasta el punto, además, de que oculta parcialmente algunas señales de velocidad y tráfico, dificultando su percepción por parte del conductor.

Desde la Delegación del Gobierno de la Comunidad Valenciana, consultada para conocer los planes de mantenimiento que tienen al respecto de esta carretera, explicaron que ya no es de su competencia. Desde este departamento aseguraron que el tramo de la avenida de Elche que pasa por delante de la EUIPO y su prolongación hasta Agua Amarga y el aeropuerto fue cedido por el Estado al Ayuntamiento de Alicante hace unos 15 años, por lo que el mantenimiento correspondería a la administración local. Consultada ésta por si tienen alguna actuación prevista, no fue posible obtener una respuesta. No sólo hay quejas por la crecida vegetación sino también por la falta de mantenimiento, pues los conductores más asiduos a esta transitada vía suelen ver piedras y hasta neumáticos tirados en la calzada y ocupando los arcenes.