El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, anunció ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que la reapertura de la línea ferroviaria de cercanías entre Alicante y Villena tendrá todavía que esperar unos meses. Y lo hizo cargando la responsabilidad del retraso a su predecesor, Íñigo de la Serna, que, según trasladó el titular de Fomento, había avanzado unos plazos -tren en verano-, imposibles de cumplir porque faltan las firmas de los convenios con Renfe y el Ministerio de Fomento. Algo que ya se sabía y que el anterior equipo de Fomento había dado prácticamente por hecho el pasado abril, pero que ahora se quedan en el aire, y eso que, según admitió Ábalos, la línea está declarada como Obligación de Servicio Público, por lo que se pondrá en marcha, pero hoy no tiene fecha. Lo mismo, por otro lado, que el comienzo de las obras para remodelar los accesos viarios al aeropuerto de Alicante-Elche o el estudio para conectar con tren la terminal. ¿Responsabilidad? Que le pregunten a De la Serna.

Muy poco dio de sí ayer el primer encuentro oficial del ministro de Fomento, José Luis Ábalos y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El ministro reconoció «el agravio que sufre la Comunidad Valenciana», con problemas que «de verdad» conoce, pero dejó claro que no tendrá «trato de favor» con las reivindicaciones valencianas, sino «un trato de justicia para que no haya ningún agravio con el resto» de regiones.

Se acordó crear una comisión de seguimiento para analizar los proyectos pendientes, el nuevo coordinador del Corredor Mediterráneo será de la Comunidad Valenciana, pero poco se avanzó en asuntos como la puesta en marcha de las cercanías ferroviarias entre Alicante-Villena, la conexión en tren con el aeropuerto de Alicante-Elche, o el inicio de las obras para remodelar los accesos viarios a la terminal (N-338).

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, destacó en una nota de Prensa la decisión del Ministerio de asumir las reivindicaciones de la Comunidad Valenciana en favor del Corredor Mediterráneo, así como el compromiso de no prorrogar los peajes de la autopista AP-7 una vez expire la concesión de sus tramos.

Puig, que agradeció la «sensibilidad» del ministro respecto a las reivindicaciones, le entregó a Ábalos la agenda valenciana de las infraestructuras y subrayó el hecho de que se establecerá una comisión mixta entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat para «establecer una dinámica de cooperación, de colaboración y de trabajo conjunto». Según explicó el presidente, se trata de «un espacio permanente de encuentro» para «sumar las distintas visiones» de ambas administraciones, con el objetivo de conseguir mejorar la movilidad de los ciudadanos y la capacidad de las empresas para competir.

Infrafinanciación

En este sentido, el jefe del Ejecutivo autonómico destacó que es necesario «reconstruir» un encaje adecuado de las infraestructuras de la Comunidad Valenciana en España ya que el territorio cuenta con «una infrainversión histórica», que, sumada a la infrafinanciación, supone una pérdida de 2.500 millones de euros anuales.

Por su parte, el titular de Fomento aseguró que es «consciente de las reivindicaciones justas de la Generalitat, pero reiteró que «atenderlas no implica dar un trato de favor a la Comunidad Valenciana, sino ofrecer un trato de justicia». Ábalos explicó que se conformarán diferentes comisiones para abordar temas como el Plan de Cercanías, la política de vivienda o la liberación de la AP-7, así como la comisión permanente Ministerio-Generalitat anunciada por el presidente, con el objetivo de que «se planteen periódicamente las reivindicaciones».

Además, el ministro anunció que emplazará a la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, a que las conexiones ferroviarias de València con el Atlántico y el Cantábrico figuren como prioridades en el mapa de corredores.