El equipo de gobierno del PP en Alicante, que apela a la responsabilidad de la oposición para poder cancelar el Plan de Ajuste que asfixia al Ayuntamiento desde 2012, choca sin embargo con el recelo inicial de los grupos del PSOE y Ciudadanos, que ven peligrar las inversiones en la ciudad si se destinan 30,5 millones de euros a pagar deuda a los bancos. Sin embargo, los grupos más a la izquierda se muestran abiertos: mientras Guanyar no ve con malos ojos la cancelación de la deuda al encontrar «más ventajas que inconvenientes», desde Compromís hablan de avance, valorando positivamente que el PP haya entendido que el Plan de Ajuste hay que liquidarlo, aunque discrepan en la fórmula.

El PP quiere llevar a la aprobación del pleno este mismo mes una modificación de crédito para saldar la deuda municipal. Ésta es la línea que el concejal de Hacienda, Carlos Castillo, defendió ayer en la primera ronda de contactos con los grupos de la oposición y los ediles tránsfugas, de la que destacó que no se encontró con un rechazo «de plano» de nadie en su búsqueda del «máximo consenso» posible. Una propuesta que lleva de la mano una rebaja de impuestos para 2019 y la convocatoria de nuevas ofertas de empleo público.

Sería, dijo, «aprovechar una oportunidad histórica para sanear las cuentas municipales y emprender las medidas necesarias para devolver a los alicantinos sus esfuerzos durante la crisis».

Sin embargo, el PSOE no lo ve tan claro y considera que levantar el Plan de Ajuste impediría realizar nuevas inversiones. «Parece que el PP se da por satisfecho con terminar las inversiones sostenibles que programó el PSOE, lo que viene a significar que se limitan a continuar con lo hecho porque no tienen capacidad para hacer otra cosa. El PP está haciendo parasitismo político, aprovechándose del trabajo de otros, hasta el punto de preferir no ejecutar obras por el trabajo que supone. Sacrifican dos años de inversiones por cobardía e incapacidad», señaló la portavoz socialista, Eva Montesinos, quien dijo estar muy satisfecha de que la política de racionalización del gasto del anterior ejecutivo permita levantar el Plan de Ajuste.

La portavoz de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, considera que el PP quiere allanarse el camino para las elecciones municipales con la cancelación de la deuda, y duda cómo afectará a la ejecución de proyectos. «El PP tiene que detallar cómo se quedarían las inversiones para la ciudad en los próximos meses si se destinan 30,5 millones a pagar deuda financiera. Pretenden camuflar que solo van a concluir algunas de las inversiones del tripartito, tal vez por su incapacidad de proponer otras nuevas», dijo, criticando las prisas. «Proponen una especie de órdago del todo o nada, una propuesta encorsetada sin posibilidad de inversión en meses».

Desde Guanyar, su portavoz Miguel Ángel Pavón valoró positivamente la predisposición de los populares, recordando que cuando gobernaba el tripartito la edil socialista Sofía Morales, que llevaba Hacienda, ya planteó destinar remanente de Tesorería a cancelar el Plan de Ajuste. «Vemos más ventajas que inconvenientes. Con la cancelación el nivel de endeudamiento bajaría del 30% al 15%. Eso permite pedir préstamos para inversiones». Y recordó que aún sobrarían 1,8 millones de remanente de Tesorería para inversiones sostenibles. «Hemos visto predisposición a aceptar una parte importante de nuestras propuestas», afirmó Pavón, recordando que el Plan de Ajuste es «una losa». «Nos ha dicho que se podrá aumentar la plantilla de Policía y Bomberos, la Banda de Música, Acción Social, Urbanismo o Cultura. Desaparece el techo de inversiones de diez millones y plantean modificaciones de los impuestos, aunque tenemos diferencias en el tramo del IBI y del IAE».

Compromís también valoró positivamente que «por fin el PP haya entendido que el Plan de Ajuste que dejó como nefasta herencia hay que liquidarlo, como venimos proponiendo desde hace dos años», dijo su portavoz, Natxo Bellido. «Discrepamos de la fórmula pero es un avance que el PP se haya situado en la posición de Compromís. Es una buena noticia para el Ayuntamiento y la ciudad».

Bellido apoya que se cancele con préstamos privados pero no prescindiendo de inversiones. Algo que niega el edil Castillo: «la inacción del tripartito ha dejado casi todo pendiente. Tras amortizar la deuda, seguiría quedando un remanente de Tesorería que nos dará un margen de inversión adicional en caso necesario».