El alcalde de Alicante, Luis Barcala, se ha mostrado "convencido" de que el equipo de Gobierno logrará sacar adelante el proyecto para liquidar el plan de ajuste al que está sometido el consistorio y para lo que deberá abonar los 30,5 millones de euros que se adeudan. Ha recordado que se ha estado solicitándolo de forma "reiterada" los dos últimos años y "ahora, cuando existe la posibilidad" sería "incomprensible" que "alguien" dijera que "no".

En atención a los medios tras visitar la nueva sala de control de tráfico municipal, Barcala ha comprendido que los grupos quieran introducir "reivindicaciones", pero se ha mostrado "convencido" de que saldrá adelante porque "se presenta la oportunidad de cancelar".

Así, ha detallado que la cantidad de 30,5 millones es consecuencia de la no ejecución de proyectos en 2017 y en 2016, por lo que ha pedido "hacer del defecto virtud" y de la "ineficacia" del tripartito para "no ser capaces de gestionar el presupuesto" al solo ejecutar el 20% del presupuesto en 2017 que "ha dejado una bolsa muy importante de dinero que hay que aprovecharla".

A su juicio, se cobran los impuestos y "no se aprovechan" y que dadas las circunstancias "lo más eficiente" es aprovechar para cancelar el plan de ajuste, al tener "garantizadas y cubiertas" las inversiones directas y los proyectos de inversión que se están licitando.

"Aquí los alicantinos han estado poniendo dinero y no han recibido absolutamente nada en los últimos tres años", ha opinado Barcala, que ha señalado que con la cancelación se podrán "bajar los impuestos" y "tener las manos libres para completar las carencias de la plantilla municipal en Policía Local, bomberos y banda de música, además de personal de base".

El objetivo, ha continuado, es que "tras las elecciones de 2019" haya una ciudad con "plena capacidad presupuestaria y de gasto"; se prevé cerrar el acuerdo para el plan de ajuste este mes de julio: "Es muy sencillo o se apoya la cancelación del plan o se le dice que no".