La cruzada contra el plástico por sus nocivos efectos contra el medio ambiente no deja de crecer a nivel planetario. Desde el domingo se ha dado un paso más en España para eliminar las bolsas de un solo uso con la puesta en marcha de la medida que obliga a que se cobre por ellas en todos los comercios, y no sólo en las grandes superficies. ¿Qué mejor manera de poner fin a estos envases que obligando a rascarse el bolsillo? Eso sí, la entrada de este Real Decreto ha llegado en el inicio de las rebajas y en medio de la confusión, tanto de clientes como de vendedores, como se pudo comprobar ayer en mercados y demás comercios de Alicante y Elche. ¿Es obligatorio pagar por todas las bolsas?, ¿Es el mismo precio para todas ellas? o ¿Cómo afecta la medida a los establecimientos? Estas son algunas de las preguntas que están latentes y que se resolverán con el paso de los días y la normalización de esta práctica, que se lleva años aplicando en grandes almacenes y otro tipo de supermercados.

Precisamente esta última cuestión ayudó ayer a que los clientes del Mercado Provisional de Elche no se llevarán las manos a la cabeza al tener que pagar 5, 10 o 15 céntimos por las bolsas de la carnicería, la frutería o la pescadería. Algunos de los puestos ya empezaron a aplicar la nueva medida el pasado viernes para ir acostumbrando a los consumidores. Los vendedores empezaron a notar un cambio en las prácticas, eso sí, por lo que consideran que a partir de ahora van a dispensar menos envases de plástico que antes. «Había gente que para llevarse un bote pequeño de especias te pedía una bolsa grande y ahora utilizan el envase que traen de otro establecimiento o se lo guardan en el bolso», explica Masi Ortiz desde su puesto en el céntrico mercado ilicitano.

El Real Decreto que entró en vigor el domingo fue aprobado el pasado 18 de mayo por el Gobierno. En él se establece, como se han encargado de informar las distintas asociaciones de comerciantes, que las bolsas muy ligeras (menos de 15 micras) tienen un precio de 5 céntimos, las ligeras (a partir de 15 micras) de 15 céntimos y las gruesas (de espesor igual o superior a 50 micras y un contenido de plástico reciclado entre el 50 y 70%) de 10 céntimos. Solo son gratuitas las bolsas muy ligeras necesarias por razones de higiene y que sirven como envase para los alimentos a granel y las que tienen un 70% o más de contenido reciclado.

La mayoría de los consumidores se muestran favorables a esta medida por el positivo impacto que puede tener a nivel medioambiental, sobre todo en unos mares en los que cada año son recogidas toneladas de plástico, y porque supone un paso adelante dentro de un proyecto cuyo calendario de objetivos pasa por la prohibición total de las bolsas ligeras en el año 2021. Los comerciantes también aplauden esta decisión y algunos quieren que se aplique en otros productos de plástico, como es el caso del frutero Tomás Quiles: «Tanto en las carnicerías como en las fruterías utilizamos muchos recipientes y bandejas de plástico que también deberían tener este tipo de tasa».

El primer paso para desincentivar el consumo de estas bolsas de un solo uso ya se ha dado, mientras que la siguiente fecha marcada es enero de 2020, momento en el que se prohibirán los envases fragmentables. Hoy precisamente se celebra el Día Internacional Sin Bolsas de Plástico y las ONG piden una mayor conciencia social bajo el hashtag #YoUsoMiBolsa.