Un estudio del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) sobre las condiciones laborales de las camareras de piso de la Comunitat Valenciana revela que el 66% de las 'kellys' (trabajadores de los hoteles que arreglan las habitaciones), presentan alteraciones de la salud que pueden estar asociadas a factores de riesgo psicosociales debido al tipo de trabajo que realizan.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, han presentado hoy los resultados del "primer documento real científico" sobre el ámbito de seguridad y bienestar del sector "más débil del turismo: las camareras de piso", tal y como ha asegurado Nomdedéu, según recoge Efe.

Con una muestra de 192 empresas de la Comunidad, Colomer ha señalado que se ha pretendido hacer "un diagnóstico de la realidad" mediante una mesa plural entre empresarios, sindicatos y administradores.

El estudio, que ha sido un mandato de las Cortes, se ha centrado en "el control preventivo y el asesoramiento técnico en empresas del sector hotelero, con especial atención a los trastornos músculo-esqueléticos".

Teniendo en cuenta el factor de riesgo más significativo, que son las posturas forzadas a las que están sometidas las "kellys", se observa que aproximadamente "el 50% de los centros de trabajo carece de evaluaciones de riesgo específicas de las distintas tareas del puesto de camarera de piso".

Un dato "sorprendente" es que entre el 80 y 85% de las empleadas son trabajadoras propias de las empresas, ya que, a juicio del responsable de Empleo en la Generalitat, se creía que "el porcentaje iba a ser inferior".

Por otro lado, las camareras de piso disponen de un 6% de su jornada para descansar e invierten una media del 76% del tiempo en la realización de habitaciones, haciendo alrededor de 20 habitaciones al día, y un 17 % lo reservan a otras tareas, como la limpieza de zonas comunes o la preparación de los carros de la limpieza.

El sector turístico, que supone el 14% del PIB, "va desde el chef de las tres estrellas Michelín, hasta las personas que hacen las camas" y es de "emergencia social afrontar el problema y diseñar una hoja de ruta para que no se abandone la responsabilidad social corporativa", ha indicado Colomer.

Entre las medidas propuestas para la mejora de la situación laboral de las "kellys", el estudio propone camas elevables, un reparto equitativo del trabajo, fomentar la realización de ejercicios de calentamiento y estiramiento, trabajo en parejas o evitar posturas incorrectas, inclinaciones o torsiones muy forzadas.

Del informe se desprende que predomina la contratación de camareras de piso como personal propio del hotel, siendo únicamente un 10% aproximado de los hoteles los que hacen uso de empresas de servicios o empresas de trabajo temporal de forma exclusiva.

"Efectivamente, se ha constatado que la situación actual es mejorable y que existen una serie de prácticas que llevan a determinadas dolencias y lesiones prematuras, pero también hemos notado una enorme voluntad de mejorar y de hacer las cosas bien de este sector", ha señalado el secretario autonómico de Empleo, quien ha añadido que este documento será trasladado a los grupos de las Cortes que puedan analizarlo, evaluarlo y realizar las aportaciones pertinentes "para mejorarlo y poder implementarlo".

En este sentido, Nomdedéu ha señalado que, pese a las necesarias mejoras, hay que ver la parte positiva: "alrededor del 80-85% de las trabajadoras están contratadas directamente por los hoteles como personal propio, lo que se traduce en un mayor interés de estos centros hoteleros en que su personal tenga una mejores condiciones laborales que si son subcontratadas".

El equipo técnico del Invassat ha concluido que, prácticamente en la totalidad de las tareas desempeñadas por las camareras de piso, se identifican posturas forzadas como factor de riesgo ergonómico debido a empujes y arrastres en la manipulación de carros de limpieza, carros de ropa limpia y 'amenities', transporte de cargas a más de un metro (material de limpieza, ropa de cama, fuerzas aplicadas al escurrir mopas, mochos, movimientos repetitivos en la limpieza de cristales o mamparas y manipulación manual de cargas (cubos de agua, etc.).

En cuanto a los factores de riesgos psicosociales asociados al puesto de trabajo de camarera de piso cabe destacar que en el 80% de los hoteles visitados existe percepción de falta de autonomía temporal (el ritmo de trabajo te viene impuesto por la tarea, sin posibilidad de gestionar tu tiempo) y en un 57% se percibe insatisfacción con el contenido del trabajo (el trabajo es monótono y repetitivo). De la documentación requerida a los centros de trabajo, únicamente, uno de cada cuatro hoteles visitados disponía de evaluación de factores psicosociales.

Por otra parte, 65% de camareras de piso no manifiesta alteraciones de la salud que puedan estar asociadas a factores de riesgo psicosociales, un 18% de las camareras de piso presentan alteraciones de la salud que pueden estar asociadas a factores de riesgo psicosociales. El 17% restante las camareras de piso estarían en una situación intermedia.

En relación a las molestias percibidas por las camareras de piso, el 66% de las mismas percibe molestias en la zona dorsal-lumbar de la espalda, seguidas por las molestias en hombros, brazos y cuello, que están por encima del 50%. Cerca de la media percibe molestias en antebrazos, muñecas y manos así como en piernas y pies. Finalmente y en menor porcentaje se perciben molestias en las rodillas, caderas, nalgas y muslos. Estas molestias percibidas, aumentan con la edad de la camarera de piso así como con la antigüedad en el puesto.

El Invassat ha propuesto una serie de buenas prácticas que mejorarían la salud laboral de este colectivo. Así, a nivel técnico propone camas elevables, con ruedas y el cambio en el instrumental de trabajo como palos telescopios, cinturones portaobjetos, escobas aspiradoras en lugar de las convencionales, cubos con sistema de escurridos y retenedores de puertas.

A nivel organizativo, propone optar por un reparto de trabajo por puntos o peso que permita un reparto más equitativo del mismo, además de controlar de forma más efectiva la cantidad de trabajo que se le asigna a cada trabajadora y la utilización de cifras más manejables.

Asimismo, propone un sistema de fregado plano con mopa. De esta manera se elimina el uso de mocho, y por tanto, la torsión de muñeca en el escurrido, así como la manipulación de cubos de agua, que se incorpore el mozo de habitaciones como apoyo a las camareras de piso o la organización del trabajo por parejas.