n La mayor distancia entre los episodios de lluvia está incrementando el riesgo de incendios, debido a que la vegetación se seca con mayor facilidad. Así lo señala el climatólogo y profesor de Geografía de la Universidad de Alicante, Enrique Moltó, quien no obstante resalta que el principal problema reside en el abandono de los campos de cultivo y los menores aprovechamientos fortestales.

Moltó señala que no se puede negar la realidad del cambio climático, aunque descarta que esté lloviendo menos que antes. «Los registros -indica- son muy similares. Lo que ocurre es que ahora los episodios de lluvia son más espaciados. Igual nos tiramos cuatro meses sin ver ni una gota y en unos pocos días cae todo de golpe». El resultado es que la vegetación sufre más estrés hídrico durante las semana de sequía. Este año las lluvias de primavera han mantenido la vegetación en mejor estado, «pero será inevitable que en agosto acabe secándose».

Con todo, Moltó considera que el principal problema es el abandono de los campos y los montes. «Antes, cuando se producía un incendio, había miles de cortafuegos naturales tanto en los bancales, que estaban cuidados, como en los montes, de los que se aprovechaba la vegetación. Eso ya no sucede ahora y los incendios son mucho más extesos», lamenta.