El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se ha comprometido en una comparecencia en el Congreso a mantener todas las inversiones programadas para las obras de Alta Velocidad y el Corredor Mediterráneo que afectan a la Comunidad Valenciana, y que se concretan en la llegada del AVE a Elche a finales de este año y el mantenimiento de los plazos en el Corredor Mediterráneo, que hoy viernes recibe un nuevo impulso al aprobarse obras por 190 millones en el tramo Castellbisbal-Martorell. Corredor que es el más retrasado, el único que no está en obras, y que tiene una longitud de 86 kilómetros por el que pasan 200 trenes diarios entre Euromed, Talgo, mercancías y cercanías. Las buenas intenciones del ministro chocan, sin embargo, en algunos casos con la realidad. Las anunciadas obras para remodelar la N-338 (accesos al aeropuerto de Alicante-Elche) han sufrido un nuevo parón al conocerse que faltan por expropiarse los terrenos (el exministro De la Serna anunció la primera piedra para julio), y nada se sabe de concurso público para adjudicar por 600 millones de euros la ampliación de la A-7 entre Alicante y Murcia, que el anterior ejecutivo incluyó en un plan para financiarlo con fondos privados.

José Luis Ábalos expresó ante los diputados su confianza en que el cambio de Gobierno no afecte a los compromisos de inversión y contratos, y de no paralizar ni demorar nada de lo previsto. El ministro aseguró que se está «dando curso a todo lo programado» y puso como ejemplo los acuerdos adoptados esta misma semana por el consejo de administración de Adif, que incluyen el soterramiento integral del AVE en Murcia por 329 millones de euros, o los 30 millones para el tramo Valencia Fuente de San Luis-Castellón del Corredor Mediterráneo.

Ábalos aprovechó su comparecencia para lanzar una puya al gobierno anterior. «El PP anunció que en 2015 pondría en servicio 1.000 nuevos kilómetros de líneas de Alta Velocidad, entre ellos tramos a Burgos, Murcia, Granada, Plasencia, Badajoz y la variante de Pajares. Ninguno de los tramos está en servicio aún».

La salida del Ministerio de Fomento de Íñigo de De la Serna ha dejado sin concretar dos proyectos viarios clave para la provincia. Los accesos al aeropuerto aún en fase de expropiación de los terrenos y la ampliación de la autovía Alicante-Murcia, que se decidió realizar en base a la colaboración de la iniciativa privada.

Actuaciones pendientes a los que se suma el necesario convenio Fomento-Renfe para el impulso de las cercanías ferroviarias. En materia ferroviaria los retos del Ejecutivo de Pedro Sánchez son claros. Terminar las obras del AVE entre Madrid y Elche, el acceso en tren al aeropuerto (80 millones de euros), poner en marcha la Red de Cercanías entre Alicante y Villena y reactivar el tren de la Costa, algo que sigue pendiente desde la época de José Blanco.

El tema de las cercanías con Villena parecía cerrado pero no se ha vuelto a saber nada. El corredor debe tener diez servicios diarios en cada sentido y los técnicos esperan que la demanda diaria sea de 2.000 viajeros con unos ingresos anuales de 1,4 millones de euros. La línea tendrá paradas en la Universidad de Alicante, San Vicente, Agost, Monforte del Cid. Novelda/Aspe, Monóvar/Pinoso, Elda/Petrer, Sax y Villena, pero todavía no se ha decidido si todos los trenes pararán en todas la estaciones.

Castellbisbal-Martorell

Tal como estaba previsto, el cConsejo de Ministros ha autorizado hoy a Fomento sacar a concurso tres contratos de obras ferroviarias que, en conjunto, suman un presupuesto inversor de 151,6 millones de euros. Los contratos abarcan obras tanto del Corredor Mediterráneo como de líneas ferroviarias convencionales y de Cercanías, y se reparten en las provincias de Barcelona, Valencia y Badajoz.

En concreto, el Gobierno ha autorizado licitar dos contratos para implantar ancho de vía internacional, el ancho AVE, en un tramo del Corredor Mediterráneo a su paso por Barcelona por un importe de 98,3 millones.

Se trata de la instalación de un tercer carril en el trazado de once kilómetros de longitud entre Castellbisbal y la bifurcación hacia Martorell y la fábrica de Seat. El proyecto incluye el cambio de acho de vía en cuatro andenes de la estación de aquella localidad y el suministro de carril para ejecutar la obra.

Asimismo, se han aprobado las obras de renovación y electrificación de la línea de 33 kilómetros entre Pobla Llarga y Silla de la red de Cercanías de València por 40 millones, y los trabajos de renovación del trazado de ferrocarril convencional de treinta kilómetros entre Cabeza del Buey y Castuera, en Badajoz, que supondrán otros 13,1 millones.