La exclusión del corredor Cantábrico-Mediterráneo del proyecto global que recibe subvenciones de la Unión Europea perjudica fundamentalmente a las provincias de Valencia y Castellón, pero también tiene una derivada negativa para la provincia de Alicante en su conexión en tren con Aragón. El tren directo tarda en estos momentos siete horas en cubrir el trayecto en un viaje con más de 20 paradas en estaciones y apeaderos. Con la mejora del trazado el viaje se reduciría a cuatro horas.

El proyecto debe ejecutarse con fondos del Ministerio de Fomento pero la historia juega en contra. Si ya con las ayudas europeas los proyectos se retrasan o, incluso, ni se ejecutan, lo que pueda pasar con la mejora del tramo València-Zaragoza, ahora sin fondos europeos, es una incógnita.

Y eso que el Ministerio de Fomento del PP, el que no presentó el proyecto a la convocatoria de ayudas de la UE, licitó a mediados del pasado mayo por 485.400 euros y un plazo de 24 meses la consultoría y asistencia para la actualización del estudio de demanda de viajeros del corredor Cantábrico-Mediterráneo, con el que el ministerio preveía reducir, prácticamente a la mitad, el tiempo de viaje en tren entre Alicante y el País Vasco a partir de 2022, al poder programar servicios directos. Aunque la conexión natural entre Alicante y Bilbao (Vizcaya) deberá ser en el futuro vía Madrid, gracias al túnel pasante Atocha-Chamartin, los técnicos consideran que a partir de 2021 (electrificación del corredor València-Zaragoza) Renfe estará en disposición de plantearse recuperar los trenes directos entre Alicante y Bilbao.

El viaje Alicante- Zaragoza se hace interminable, ya que el tren tarda siete horas en subir de Alicante a Zaragoza (regional diésel). El corredor Cantábrico-Mediterráneo solucionará un problema histórico, como es la falta de conectividad de los puertos con las principales redes e infraestructuras viarias y ferroviarias. El corredor, conocido también popularmente como Santander-Mediterráneo, es un corredor ferroviario de altas prestaciones que unirá las áreas de la costa cantábrica y la Comunidad Valenciana. El corredor está diseñado como gran eje transversal norte-este, tratando de modificar la radial.

Por su parte, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, se ha sumado a la reivindicación del Consell y ha señalado la importancia de que el Corredor Cantábrico Mediterráneo sea considerado una de las infraestructuras prioritarias en Europa vinculado a la competitividad de los corredores Cantábrico y al Corredor Mediterráneo. En este sentido, y tras conocer que Europa no ha incluido el tramo entre Zaragoza-Teruel-Valencia dentro del Nuevo Reglamento CEF (Mecanismo Conectar Europa) para el periodo 2021-2027, que determina las condiciones para obtener financiación europea posterior, ha señalado la necesidad de hacer un frente común ante Europa, según informa el Ejecutivo aragonés.

Para Soro "la inclusión de los tramos entre Zaragoza y el Cantábrico y la inclusión del tramo de Canfranc son grandes noticias pero que deben complementarse, para tener todo el sentido, con la conexión entre Zaragoza y Teruel con el puerto de Valencia".

Para finalizar, ha señalado que "desde el Gobierno de Aragón seguiremos recabando apoyos para reclamar la inclusión de este tramo, a través de las conversaciones con el Ministerio de Fomento pero también a través de las relaciones con el departamento homólogo del Gobierno de la Comunidad Valenciana y haciendo frente común con el sector empresarial"