Un informe de la Agencia Valenciana de Turismo sobre la previsión de llegada de turistas durante la temporada alta que arranca el próximo fin de semana calcula que la Comunidad Valenciana (el 80% de los visitantes elige la Costa Blanca) recibirá este año 4,1 millones de turistas extranjeros -cifra a la que se suman los españoles-, un 4% más que en el mismo periodo de 2017 y con un volumen de negocio de en torno a los 3.200 millones de euros, un 7% más. El trabajo se ha realizado con base en las cifras que se obtuvieron en los cuatro primeros meses del año (temporada baja), periodo en el que se atendieron a 2,2 millones de turistas con unos ingresos de 2,2 millones de euros. En total, Turismo espera este verano un total de 26,4 millones de pernoctaciones, de las que 14,2 millones se producirán en los hoteles y 12,2 millones en los apartamentos reglados. Todo redundará, según los técnicos de la Agencia Valenciana de Turismo, en que la creación de empleo crezca un 7% en relación a la temporada alta de 2017.
Aunque el aeropuerto de Alicante-Elche ha moderado el nivel de crecimiento del tráfico, dejando para la historia el porcentaje de dos dígitos, Aena prevé que entre el pasado 1 de abril y el próximo 30 de noviembre se hayan movido por la terminal 11,5 millones de pasajeros, un 3% más que en el mismo periodo de 2017.
La terminal modera su porcentaje de aumento de tráfico pero consolida los casi tres millones de viajeros nuevos que se ganaron entre 2015 y 2017, y que han elegido a Costa Blanca como su lugar para pasar las vacaciones, diluyéndose así, en un principio, el efecto negativo que podía tener la apertura al turismo de Túnez, Turquía y Egipto que, de momento, ha hecho más daño a Baleares y Canarias. Un coyuntura que tiene preocupados a los hoteleros de la Costa Blanca debido que, la igual que si las islas llenan se producen desvíos a las playas de la Península, en caso contrario se producen las campañas agresivas para captar visitantes españoles en verano, época en la que el turista nacional es clave para Benidorm y el resto de la provincia.
Las aerolíneas han programado más de 66.300 vuelos para la temporada de verano, lo que supone un incremento del 2,4% respecto al año anterior. En cuanto a la conectividad, el aeropuerto ofrece un total de 117 destinos directos. Alicante ofrece seis nuevos destinos respecto a la anterior temporada de verano: Bodo (Noruega), operado por Scandinavian, Pardubice (Chequia), de Ryanair, Stuttgart (Alemania), de Eurowings, Lyon (Francia), de Volotea, San Petersburgo (Rusia), de S7 Airlines y Berlín (Alemania), operado por Easyjet, que cubre así la salida de Air Berlin.
Europa concentra la mayoría de las plazas ofertadas con cerca de 10 millones de asientos disponibles y un incremento del 1,5% respecto al pasado verano. Destaca el crecimiento del tráfico nacional con más de 1,2 millones de plazas disponibles, un 13,7% más. Y en tercer lugar se sitúa Argelia, con cerca de 300.000 plazas, que también crece en un 16,4%.
Los datos globales en cuanto a asientos ofertados y vuelos programados posibilitan unos crecimientos moderados que apuntan a una temporada de consolidación del tráfico aéreo en el aeropuerto de Alicante-Elche tras unos años de intenso crecimiento difíciles de repetir, según Aena.
Además, 23 aviones pernoctan todas la noches en la terminal (10 aviones de Ryanair, 4 de Norwegian, 4 de Vueling, 3 de Jet2.com y 2 de Air Nostrum).
Ni rastro del «Brexit»
La aerolínea inglesa Jet2.com, quinta en el aeropuerto de Alicante-Elche, ha reforzado su apuesta por la Costa Blanca después de trasportar más de un millón de pasajeros el año pasado, con un crecimiento del 37%. Esta año estima que el aumento será del 8%. Ni rastro del efecto «brexit».
El pico de vuelos semanales en temporada alta crece de los 93 vuelos del verano pasado a los 96 vuelos de este año y el total de plazas ofertadas, en ambas direcciones, rozará las 1,3 millones -unas 100.000 más que en 2017-.
Jet2holidays, el mayorista de la compañía, también sigue apostando por la Costa Blanca, trabajando directamente con 135 hoteles, respecto a los 125 de 2017. Un mayorista que ya trabaja con los grandes grupos turísticos de la Costa Blanca, compitiendo directamente con la todopoderosa TUI. Los turistas británicos siguen siendo un mercado clave para que el aeropuerto de Alicante-Elche mantuviera su nivel de crecimiento durante la temporada baja.
Por su parte, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se muestra optimista de cara al verano haber estudiado los datos del primer cuatrimestre de este año. «Las previsiones apuntan a que los turistas extranjeros desembolsen en nuestro destino más de 4.000 millones de euros, lo cual supone un incremento del 7% comparado con el mismo periodo de 2017, pero no sólo la demanda internacional tiene previsiones optimistas, sino que se prevé que la demanda nacional consolide el repunte iniciado hace unos meses».
Británicos
Pese a las buenas previsiones, en Benidorm, principal municipio, turístico miran con preocupación el comportamiento del mercado británico, que cae desde enero, según Hosbec. A pesar de que continúa siendo el primero rozando casi el 50% del total del turismo extranjero, y con 267.000 pernoctaciones en la primera quincena de este junio, se registra una pérdida de 3,9 puntos respecto a 2017.
Descenso que es debido a la elección de otros destinos de «sol y playa» como Turquía, Egipto y Túnez y, sobre todo, a la fuga de turistas hacia alojamientos más económicos como los apartamentos no registrados. También influye el recorte de aproximadamente 10.000 plazas de capacidad aérea en los 10 principales aeropuertos británicos con destino a Alicante.
Según los datos del departamento «Bigdata» de la patronal, sangría de pernoctaciones hoteleras de turistas ingleses alcanza las 240.000 en lo que llevamos de año. Lo que se traduce a una pérdida del 10% del mercado británico respecto al año anterior desde enero.
