El Hospital de Sant Joan ha comenzado a hacer pruebas radiológicas a 60 jóvenes del Aquarius cuya edad plantea dudas. En estos casos es necesario tener la certeza de que se trata de menores de edad, ya que entonces su condición legal varía notablemente.

Ayer por la tarde fueron trasladados al centro sanitario una treintena de estos menores y hoy está previsto que llegue el resto. Los forenses trabajan con la previsión de que todos los estudios para determinar la edad de los chicos están acabados el miércoles próximo.

A los 60 jóvenes se les están haciendo, a petición de los forenses, radiografías del carpo, la clavícula y la mandíbula. El carpo está compuesto por ocho huesos unidos por ligamentos y que forman el esqueleto de la muñeca.

Según explican fuentes médicas, en función de cómo vaya solidificando estos huesos se forman puntos de osificación a partir de los cuales se forma hueso nuevo, lo que provoca un aumento del grosor en el mismo. Para cada hueso, existe una edad concreta en la que aparece su punto de osificación, por lo que a partir de una radiografía se puede determinar la edad de la persona. Lo más sencillo es hacerla de la mano, pero en el caso de los jóvenes del Aquarius se hará también de la clavícula para despejar dudas.

También habrá una tercera prueba, denominada ortopantomografía, que no es más que una radiografía de la boca y la mandíbula, que sirve para analizar si ya se han caído todos los dientes de leche, si están las muelas del juicio o el tercer molar completo, lo que indicaría que la persona es mayor de edad. Estas pruebas radiológicas dan una indicación bastante aproximada de la edad del joven. Sin embargo, no son suficientes y los forenses deben combinarlas con otros parámetros, como por ejemplo el vello en la zona del pubis. También influyen las características propias de cada raza y por ejemplo en el caso de las personas negras hay que tener en cuenta que son mucho más corpulentas que las blancas.

Por otro lado, la Comunidad registró 2.300 solicitudes de asilo en 2017, lo que supone un aumento del 164% respecto a las 1.400 de 2016, según el informe anual «Las personas refugiadas en España y Europa» de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Así lo explicó ayer, en declaraciones recogidas por EFE, el coordinador territorial de CEAR País Valencià, Juan Durá, quien señaló que la Comunidad es la quinta autonomía española en número de solicitudes de asilo tras Madrid, con aproximadamente 11.200; Cataluña, con 3.900; Andalucía, con 3.300; y Melilla, con 2.800. Juan Durá detalló que una solicitud efectuada en territorio español puede tardar entre «un año y medio y dos años» en resolverse.