Las pruebas para determinar la edad exacta de unos 60 chicos de entre 16 y 18 años que viajaban en el Aquarius comenzarán a realizarse hoy en el Hospital de Sant Joan, según fuentes del dispositivo que atiende a estos menores.

Las pruebas solicitadas por los forenses para determinar la edad incluyen radiografías del carpo, la clavícula y la mandíbula. Según explicó la consellera de Justicia, Gabriela Bravo la semana pasada, estas pruebas son necesarias para determinar la edad exacta de estos chicos, ya que su situación jurídica varía si se trata de menores de edad.

Mientras, los más de cien jóvenes mayores de 12 años que han sido trasladados a Alicante pasan sus primeras horas en la ciudad tratando de recuperarse de la larga travesía a bordo del Aquarius y de los otros dos buques de la armada italiana que les llevaron hasta Valencia. Quienes han estado con los jóvenes aseguran que, aunque muy contentos, todavía están cansados. Para evitar el desplazamiento de los menores hasta el centro de salud que les correspondería, se ha montado un pequeño centro de salud en el centro en el que están ingresados. Allí se les están haciendo las analíticas pertinentes y vacunándoles. Según ha podido saber este diario, el pasado domingo una decena de menores fueron trasladados al Hospital General de Alicante al presentar síntomas de deshidratación o patologías que requerían de asistencia sanitaria. Uno de los chicos continuaba ayer ingresado.

Durante la mañana de ayer los menores recibieron la visita de la consellera de Igualdad, Mónica Oltra y del alcalde de Alicante, Luis Barcala. Durante cerca de una hora, ambos estuvieron con los menores y conocieron los detalles del operativo de Cruz Roja para atenderles. La entidad humanitaria cuenta con más de 200 personas, entre voluntarios y personal laboral, para cubrir todas sus necesidades. Según explicó horas más tarde Oltra, los equipos destinados están trabajando en la «estabilización» médica y física y trabajar los «vínculos de confianza» para que los niños puedan «empezar a contar todo lo que les ha pasado durante los últimos años». Con todo, ha avanzado que se trata de situaciones de vida «duras» que, según ha dicho, ciudadanos españoles ya adultos no son capaces de imaginar.Preguntada por los pasos a seguir, ha explicado que el plan que existe es su integración en el sistema de protección de niños y adolescentes, pero ha insistido en que se está en una «fase muy inicial» y ha abogado por ver «el perfil de cada niño» y «cuál es su situación personal y la historia de sufrimiento que hay detrás, para asignar diferentes recursos». «Tenemos una red de proyectos migratorios, hay que ver si tienen familiares en la Unión Europea y dónde; si han viajado con familiares, ya tenemos constancia de que han viajado hermanos», detalló y afirmó que el Consell del Botànic «lo que ha tenido muy claro desde el principio era que el sistema de protección de la infancia tenía que adaptarse a cada persona, no que el niño se tenga que adaptar al sistema», afirmó.

Por otro lado, el acondicionamiento del centro en el que se encuentran los menores ha obligado a trasladar a un grupo de jóvenes que ocupaban estas instalaciones propiedad de la Conselleria de Igualdad. Al parecer, estos jóvenes que estudian en la Universidad de Alicante tienen alojamiento en este centro subvencionado por la conselleria. En la tarde del sábado los reunieron y les dijeron que debían marcharse el domingo por la mañana sin darles más alternativas. Sin embargo, el mismo sábado por la noche fueron de nuevo reunidos y se les informó de que serían trasladados a una residencia de estudiantes de San Vicente, donde los gastos correrán a cargo de la Generalitat, según el entorno de los afectados.

Quienes no han tenido alternativas han sido los jóvenes de otros países que habían reservado plaza para alojarse en este centro y que ayer se encontraron con que sus reservas habían sido canceladas, con las maletas a cuestas y en plenas fiestas de la ciudad.