La Generalitat Valenciana está preparando un dispositivo para poder hacer pruebas radiológicas a 60 de los menores del barco Aquarius que llegarán a Alicante en las próximas horas. Así se ha determinado hoy en una reunión en la que ha participado la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y todos los profesionales de justicia y de seguridad implicados en la recepción de los menores.

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Estos 60 chicos tienen edades comprendidas entre 16 y 19 años, por lo que ante las dudas es necesario realizar pruebas radiológicas óseas que determinen con exactitud su edad, ya que su condición legal varía mucho si se trata de menores. Según ha podido saber este periódico, aunque las pruebas se desarrollarán principalmente en el Hospital General de Alicante, también se tendrá que contar con el Hospital de Sant Joan. Y es que en caso de que las pruebas radiológicas no sean cien por cien concluyentes, se tendrá que someter a los menores a una prueba radiológica específica de la mandíbula, solo disponible en Sant Joan. Este dispositivo exigirá de un enorme esfuerzo organizativo en estos centros sanitarios. «Habrá que hacer refuerzos, duplicar guardias y contar con más médicos radiólogos», señaló ayer la consellera Bravo al término de la reunión, que contó con la presencia de la directora territorial de Sanidad, Encarna Llinares. También tendrá que haber un refuerzo en el Instituto de Medicina Legal, ya que los forenses serán los encargados de realizar esos expedientes de determinación de la edad. Según explicó Bravo, finalmente serán en torno a 90 los menores que viajen a Alicante. Todos ellos con edades comprendidas entre 12 y 18 años y que viajan solos.

Poco a poco se van conociendo más detalles de este dispositivo. A su llegada al puerto de València, prevista para la noche del sábado y la madrugada del domingo, los menores, las embarazadas y las personas heridas tendrán prioridad en el desembarco. Los trámites que se hagan con los menores en el puerto serán rápidos, «de reseña» como los calificó ayer la consellera. Por tanto, está prevista que su llegada a Alicante se produzca el mismo domingo, o como mucho en la mañana del lunes. En un primer momento serán alojados en el centro previsto en el barrio de Benalúa.

Cruz Roja se encargará de la asistencia de los menores durante el tiempo que estos permanezcan en estas dependencias y que aún es indeterminado. En una primera fase se cubrirán todos los aspectos legales de estos menores, cuya tutela recae automáticamente en la Generalitat. «Una vez asumida la tutela hay que incoar los expedientes de protección de los menores y determinar sus edad». Bravo quiere que todos estos trámites burocráticos estén hechos cuanto antes, entre una semana y 10 días. En una segunda fase, precisó, se tendrá en cuenta el ofrecimiento hecho por otras comunidades autónomas y municipios para la acogida de estos menores. Por su parte, el Colegio de Abogados señaló ayer que prestará atención jurídica y legal a estos menores. El colegio ha acordado reforzar tanto el turno de oficio de extranjería como el de menores para que se dé asistencia con la inmediatez que esta situación exige.

Mientras, la concejala de Inmigración, María Ángeles Goitia mostró ayer su malestar después de haberse enterado por la prensa de la llegada de los menores a Alicante. «Me ha sorprendido mucho, porque ayer mismo nos ofrecimos a colaborar. Al verlo en la prensa me he puesto en contacto con la conselleria y toda su respuesta ha sido remitirme a un correo electrónico y a un teléfono». Goitia lamenta además que la conselleria aún no les ha hecho saber formalmente qué cantidad de personas serán trasladadas a Alicante, «para disponer de los recursos necesarios». La concejala de Inmigración se reunió ayer con todos los grupos políticos de la corporación municipal para abordar la situación humanitaria de los más de 600 inmigrantes.

Por otro lado, Alcoy ofrecerá entre 30 y 40 plazas de acogida para los inmigrantes. El Ayuntamiento ha acogido un encuentro con representantes de todos los partidos políticos de la corporación municipal y diferentes entidades sociales. Por último, alumnos de Jesuitas participarán hoy en una marcha simbólica a la Serra Grossa en apoyo a los refugiados. En la cima habrá un encuentro de oración y una merienda.