Siete agentes de inspección turística y dos arquitectos técnicos para comprobar si los establecimientos cumplen la normativa urbanística para cubrir más de doscientos kilómetros de costa desde Dénia a Pilar de la Horadada, donde se alcanza el cien por cien de ocupación durante la temporada alta turística que comienza en dos semanas. Y todos compartiendo un único coche, un Ford Focus matriculado en 2003. Vehículo que, además, el Servicio Territorial de Turismo heredó de segunda mano desde el Centro de Desarrollo Turístico de Alicante en el Monte Tossal.
Este es el escenario en el que todos los días se mueven los profesionales de la Agencia Valenciana de Turismo encargados de velar porque el sector que representa el 15% del PIB de la provincia ofrezca un servicio de calidad a los 15 millones de turistas que se mueven todos los años por la provincia de Alicante. Hasta abril de 2017, los profesionales de la inspección disponían de dos coches de alquiler pero el servicio se suprimió.
La falta de medios provoca que, sumando todos los establecimientos dedicados a atender a los turistas, entre ellos 40.000 apartamentos registrados (la oferta que escapa al control del Consell cuadruplica la cifra oficial y solo se inspecciona si hay denuncia), cada inspector tenga a su cargo más de 5.000 establecimientos a revisar. Desde un hotel a un apartamento pasando por una casa rural, camping o restaurante (6.615 según el último censo oficial). Estos últimos ya no dependerán de los inspectores a partir del próximo julio, cuando entra en vigor la Ley del Turismo y Hospitalidad. Normativa que contempla, por ejemplo, multas de hasta 600.000 euros para las faltas graves, si es que al final se puede cumplir en la práctica, porque la falta de vehículos oficiales provoca que la mayor parte de la semana el trabajo se centre en la ciudad de Alicante y en internet, porque los inspectores no disponen de medios de locomoción para «peinar» los municipios. Si uno coge el coche y debe ir a la zona de Benidorm, Dénia o Torrevieja se acabaron la posibilidades para el resto de los compañeros.
El parque turístico de la provincia de Alicante crece casi a diario. No obstante, según los últimos datos oficiales actualmente está compuesto por 519 hoteles, 47 campings, 447 agencias de viajes, 6.615 restaurantes, 40.000 apartamentos turísticos registrados, 266 casas rurales y 161 empresas organizadoras de turismo activo.
Una labor clave
El trabajo de los inspectores se centra en comprobar si las actividades turísticas en establecimientos reglados y no reglados (éstas últimas si hay denuncia) a través de la presencia física o barridos en internet. En los últimos años se han disparado, por ejemplo, las investigaciones relacionadas con el trabajo de personas que trabajan como guías y carecen de acreditación, hoteles clandestinos y relacionadas con la actividad irregular de alojamiento.
Viviendas turísticas no registradas que se anuncian y alquilan a través de internet, directamente entre particulares, agencias inmobiliarias, y en los edificios de las playas, donde los conserjes y porteros de la urbanizaciones se convierten en los gestores.
En Benidorm, primer municipio turístico de la Comunidad Valenciana, la presión, por ejemplo, de la oferta alegal de alojamiento es tal que de cara a la temporada alta 1.142 viviendas (el número de plazas es prácticamente incalculable) y 73 habitaciones en el mercado anunciadas por la plataforma líder, Airbnb, están en el mercado de alquiler. Entre marzo, abril y mayo (temporada media), la ocupación fue del 40%, según los datos que maneja la patronal Hosbec.
El ascenso del alquiler
La Costa Blanca se convirtió en 2017 en el cuarto destino de «sol y playa» de España con mayor número de turistas que eligen un apartamento de alquiler como forma de alojamiento para sus vacaciones. En concreto, 1,4 millones de visitantes durante 2017, un 10% más que en 2016, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Las cifras de la provincia (1,4 millones) se situaron tan sólo por debajo de autonomías como Canarias (3,9 millones), Andalucía (2,4 millones) y Baleares (1,6 millones). A nivel provincial, sólo Tenerife, Las Palmas y Málaga tuvieron más turistas alojados en apartamentos.
En su conjunto, la Comunidad Valenciana alojó a 1,7 millones de turistas en apartamentos. La estancia media se situó en siete días y el personal empleado fijo en 2.343 personas, la tercera parte de los trabajos directos que sostienen los hoteles, que ya el año pasado detectaron una caída de las pernoctaciones del turismo español, seducido por una oferta un 50% más barata que la del hotel pero también con la mitad de las prestaciones.
En la estadística del INE no están incluidas las viviendas no registradas. Destacan también los datos de Benidorm, con 424.668 turistas que eligieron un apartamento en 2017, con cerca de tres millones de pernoctaciones en los 19.773 apartamentos registrados (93.081 plazas), según Estadística. Y todo sin contar con la oferta irregular que escapa al control de la Administración.
Las pernoctaciones realizadas en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings y alojamientos de turismo rural) de la Comunidad Valenciana durante el 2017 alcanzaron un total de 20,5 millones lo que supone un aumento del 9,6% respecto a 2016, según el informe elaborado por el Servicio de Planificación y Estrategia Turística de la Agencia Valenciana de Turismo a partir de datos del INE. La cifras de la encuesta muestran que durante el año pasado creció también el número de viajeros en el conjunto de la oferta extrahotelera, que fue de más de 2,8 millones de viajeros, un 10,2% más que en 2016.
Los datos indican que se han incrementado las pernoctaciones, tanto de turistas residentes en España, que han crecido un 9,6% y las pernoctaciones de extranjeros, que aumentan en un 9,5%. Respecto a las modalidades de alojamiento extrahotelero, resaltar que los apartamentos turísticos registraron en 2017 más de 11,8 millones de pernoctaciones y un incremento interanual del 10,8% contribuyendo a que la Comunidad Valenciana se sitúe en segundo lugar por número de pernoctaciones a nivel nacional, tras Canarias y por delante de Andalucía y Baleares, en esta modalidad.
Asimismo, destacan también los resultados obtenidos por la modalidad campings, con más de 8,2 millones de pernoctaciones en 2017 y un incremento del 7,5% frente a 2016, contribuyendo así a posicionar a la Comunidad Valenciana como destino nacional de referencia, solo superado por Cataluña.
En cuanto a los alojamientos rurales, estos captaron en 2017 un total de 451.937 pernoctaciones, un 16,3% más interanual. Destaca el notable incremento de la demanda extranjera en esta modalidad, que sube un 78% con respecto al año anterior con cerca de 80 mil pernoctaciones.
Plataformas online
En cuanto a la cruzada para regularizar la oferta ilegal de alojamiento (apartamentos opacos para la Administración), recordar que Turismo tienen un acuerdo con cuatro de las diez plataformas de comercializan sin control el alquiler de apartamentos turísticos para que regularicen su situación, lo que ha permitido aflorar 30.000 viviendas en la Comunidad (17.000 en Alicante), que ya se ofertan de manera legal y, por tanto, están sometidas a las normas de calidad de la legislación. Apartamentos gestionados por las plataformas online Booking, Muchosol, Only-apartamentes y Fotoalquiler, que entran en el paquete a inspeccionar el Servicio Territorial de Turismo. Siguen abiertos los procesos sancionadores contra las seis plataformas que continúan sin aceptar las condiciones de la Generalitat. La Ley del Turismo que entra en vigor en julio contempla multas de hasta 600.000 euros para combatir el alojamientos sumergido, práctica que utilizan ya el 17% de los turistas europeos.
El crecimiento del alojamiento turístico irregular en la Comunidad Valenciana (80% en la Costa Blanca), con 127.345 pisos nuevos en el mercado del alquiler en los últimos cuatro años -509.380 plazas- provoca ya, por otro lado, un sentimiento de rechazo de los vecinos hacia esos inquilinos.
Ajuste presupuestario
La Agencia Valenciana de Turismo admite la falta de medios pero asegura que este año ha logrado «esquivar» la ley de ajuste económico diseñada por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que impide incorporar funcionarios salvo en Sanidad y Educación. Un portavoz autorizado de la Agencia Valenciana de Turismo subrayó que este se han incorporado tres profesionales al cuerpo de agentes de inspección.
Por otro lado, la Agencia ha desarrollado con éxito un programa piloto de externalización del servicio de inspección en la localidad turística de Gandía, municipio icono del turismo en la provincia de Valencia pero que al nivel de la Costa Blanca tiene la misma trascendencia que localidades como El Campello.
