El ya exasesor del gobierno municipal, liderado por el popular Luis Barcala, negó ayer que se ofreciese a trabajar cuando el PP llegó a la Alcaldía de Alicante a mediados del pasado mes de abril, como así indicó el regidor en sus primeras palabras públicas tras desvelar este diario que Miguel Ángel Redondo, contratado en el Ayuntamiento el 15 de mayo y cesado este pasado miércoles, se presentaba ante instituciones públicas como asesor de la tránsfuga Nerea Belmonte (ex de Guanyar), quien con su voto en blanco permitió el regreso del PP a la Alcaldía, y que además dentro de un proceso judicial de índole familiar aseguró haber cobrado en negro de Cruz Roja y de Ciudadanos, unas acusaciones que ambas entidades niegan.

El ya exasesor recalcó ayer, en declaraciones recogidas por Europa Press, que desde el PP le «buscaron» y contrataron por sus «conocimientos» de la ciudad de Alicante. «Me pedían ayuda para el tema de la campaña electoral a un año vista», señaló ayer Miguel Ángel Redondo, quien sostuvo que ya se había «puesto a trabajar, para ayudar de cara a la campaña», en evidente alusión a las próximas elecciones municipales previstas para 2019.

Barcala, en su intervención del pasado miércoles, aseguró que conoció al asesor de su nuevo gobierno municipal, que solo ha estado un mes en el cargo, durante la pasada campaña electoral porque acompañaba al entonces alcaldable de Cs, José Luis Cifuentes: «Luego seguí manteniendo contacto con él porque lo veíamos por el grupo municipal de Cs con Cifuentes. Y cuando llegamos a la Alcaldía, se ofreció para trabajar. Constatamos que tenía muy buenos contactos y que era una persona que podía encajar perfectamente en Infraestructuras. En estas tres semanas, aparentemente ha cumplido con su trabajo de peinar la ciudad de Alicante».

Redondo, por otro lado, negó ayer haber realizado trabajos cobrados posteriormente en negro en Cruz Roja y Ciudadanos, pese a que así lo relató dentro de un proceso abierto en un juzgado de Alicante, en el que también añadió que había estado contratado como «profesor de Historia en la Universidad de Alicante», aludiendo a que era un «experto en el tema», aunque a su vez, según recoge el citado informe, admitió que carecía de la titulación académica. Redondo, según los decretos de nombramientos de personal de confianza del Ayuntamiento que se publicaron el pasado miércoles en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), era uno de los dos únicos asesores (dejando al margen los tres puestos de Alcaldía que están integrados en la Relación de Puestos de Trabajo) del gobierno del PP que contaba con dedicación exclusiva (un sueldo de 2.500 euros al mes). El otro asesor del PP con jornada completa es el ingeniero industrial Jorge Crespo, que sigue destinado a la Concejalía de Infraestructuras.

Los tres grupos de la izquierda (PSOE, Guanyar y Compromís) acudieron ayer a Fiscalía para denunciar la contratación del asesor por si tuviera algún tipo de relación con el voto en blanco de Belmonte que aupó a Barcala a la Alcaldía de Alicante. Cs, por su parte, prevé ir en los próximos días a Fiscalía con el mismo objetivo que los exsocios del tripartito.

Barcala, por su lado, acusó a la oposición de «judicializar la política a la mínima» y señaló que la decisión de los grupos de la izquierda de llevar la contratación a Fiscalía supone una «cortina de humo» ante el supuesto intento de compra del voto de Belmonte.