El Aquarius y los dos buques de la armada italiana que lo acompañan, con los 629 migrantes rescatados frente a las costas de Libia el pasado fin de semana, llegarán el sábado por la noche, casi en la madrugada del domingo y su destino no será la Marina, como proponía la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, sino el muelle de cruceros.

Se trata de un cambio estratégico que viene dado por dos razones: la Marina queda inhabilitada porque a esa hora se celebra un concierto con 17.000 personas en el puerto -de Fito & Fitipaldis-, por lo que el puente del circuito de la Fórmula 1 estará bajado, lo que impide el acceso de cualquier embarcación al canal, y el muelle de Balearia cuenta con un espacio y unas instalaciones más adecuadas para acoger adecuadamente a los náufragos.

Esa es una de las principales conclusiones de la reunión técnica mantenida esta mañana en la Delegación del Gobierno con todos los operadores implicados en esa primera acogida y asistencia a los migrantes, la mayoría de los cuales proceden de tres países en conflicto: Nigeria, Sudán y Eritrea. El resto, el grupo menos numeroso, son argelinos, según ha podido saber INFORMACION.ES de fuentes conocedoras de ese encuentro que ha terminado hace apenas una hora.

Dando cumplimiento al deseo del Gobierno español de otorgar la condición de refugiado a todos los rescatados, como caso excepcional por las circunstancias de emergencia humanitaria, el comisario general de Extranjería y Fronteras, siguiendo órdenes del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha firmado esta mañana un permiso temporal extraordinario de residencia para cada uno de los 629 migrantes que vence en 15 días. Además, a cada uno de ellos se les entregará una solicitud de asilo para iniciar los trámites que los conviertan en refugiados y, por tanto, en ciudadanos de pleno derecho.

El operativo dispuesto, adelantado hoy por este diario, es el habitual en estos casos. Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con funcionarios de Sanidad Exterior a bordo, recogerán a los migrantes cuando entren en aguas territoriales españolas. La Guardia Civil y los funcionarios de Sanidad Exterior subirán al Aquarius -a los otros dos buques no se considera necesario, porque los migrantes que viajan en ellos están ya en suelo europeo al ser dos embarcaciones de la Marina italiana- y revisarán el estado de los rescatados.

Una vez en el puerto, los que precisen atención médica urgente serán enviados directamente a hospitales y el resto será atendido por voluntarios de la Cruz Roja -la ONG que actúa en siempre en estos casos por el convenio suscrito por Interior, que delega en ellos las funciones asistenciales en casos de inmigración irregular por vía marítima-, que repartirá un kit con comida, bebida y elementos básicos de aseo.

A partir de ese momento, se hará cargo la Policía Nacional, que mantendrá entrevistas de entre 10 y 15 minutos con cada uno de ellos, para poder identificarlos y personalizar ese permiso de residencia temporal de 15 días. En esas entrevistas, en las que habrá abogados e intérprete, se les facilitará la presolicitud de asilo. Además, se les hará una ficha identificativo con toma de huellas y fotografías, un proceso muy similar al que se sigue para documentar con el DNI a cualquier español. Durante ese trámite, los agentes comprobarás, uno a uno, si han estado antes en España o si tienen algun antecedente en territorio europeo, como es habitual en estos casos.

Llegada escalonada

Aunque la decisión final aún no ha sido tomada, todos los operadores presentes en la reunión se han mostrado partidarios de que los tres barcos lleguen de manera escalonada, si la situación personal de los rescatados lo permite, ya que eso facilitaría las tareas de asistencia y de identificación.

En principio, se espera que los barcos arriben en la noche del sábado o quizás incluso algo más tarde, ya que el desplazamiento está siendo más lento de lo esperado porque el Aquarius es un buque menos potente que los otros -fue un pesquero y ahora es una embarcación de rescate, no preparada para travesías largas y rápidas-, por lo que su velocidad de crucero es bastantante inferior a la de los otros dos.

Los menores, a Alicante

Otra de las decisiones tomadas esta mañana es que todos los menores no acompañados que tienen entre 12 y 18 años sean llevados al centro de menores de Alicante, con mayor capacidad que los de València, y desde ahí la Conselleria de Políticas Inclusivas iría buscándoles a lo largo de los siguientes días un acomodo de larga estancia más adecuado.

Todos los menores serán explorados a su llegada a València por un forense del Instituto de Medicina Legal para establecer radiológica y médicamente la minoría de edad. Es un recurso habitual que mayores de edad que llegan como inmigrantes indocumentados se intenten hacer pasar por menores para intentar frenar su expulsión de España, pero ese hecho no se va a producir en esta ocasión, ya que ninguno de ellos será repatriado gracias a la medida excepcional de considerarlos a todos, los 629 sin excepción, como refugiados y no como meros migrantes en situación irregular.