El fiscal Felipe Briones quiere saber si el exsenador socialista Ángel Franco participó en alguna de las reuniones que precedieron al pleno en el que la edil tránsfuga Nerea Belmonte dio la Alcaldía al PP al votar en blanco en una sesión de investidura que dejó a la socialista Eva Montesinos a un solo apoyo de suceder en el cargo a Gabriel Echávarri. Un apoyo, el de Belmonte, por el que la ex de Guanyar aseguró que «desde la izquierda» le ofrecieron un sueldo de 3.500 euros y un puesto en una lista electoral. Las palabras de la ahora tránsfuga se escucharon, por primera vez, en el pleno en el que Barcala se estrenó como alcalde, apenas una semana después de tomar la vara de mando.

La pregunta sobre Franco, el exsenador que mueve los hilos del socialismo alicantino durante los últimos veinte años, fue una de las que el representante de la Fiscalía Anticorrupción realizó ayer al portavoz municipal de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien fue citado a declarar como testigo en la investigación abierta por el supuesto intento de compra del voto a la tránsfuga Belmonte. Una comparecencia que se prologó durante algo más de hora y media y a la que se sumó a continuación la del portavoz de Compromís, Natxo Bellido, quien aseguró ante el fiscal Briones que la postura de su grupo siempre fue la de desvincular el sueldo de Belmonte de su voto en la investidura.

Los tres exsocios del tripartito firmaron el pasado 18 de abril, un día antes del pleno de investidura, un documento en el que se comprometían con Belmonte a modificar el Reglamento Orgánico de Pleno (ROP) para abrir la vía para que la tránsfuga pudiera recuperar el sueldo que perdió al ser expulsada de Guanyar, a principios de 2016, por adjudicar contratos menores a una empresa de su entorno. Ese paso, como el posible posterior para la asignación definitiva de un sueldo, tendría que haber pasado por el pleno municipal, donde la izquierda con el apoyo de Belmonte están en mayoría.

Investigación abierta

Los hechos sobre el supuesto intento de comprar el voto de Belmonte desde la izquierda se están investigando tras ser denunciados en Fiscalía por dos ciudadanos de Alicante, Francisco García y el exdirigente vecinal José Luis Valdés, después de que Belmonte (que entró en la Corporación en la lista de Guanyar, de donde fue expulsada hace poco más de dos años) desvelara en el primer pleno del actual alcalde, el popular Luis Barcala, el supuesto intento de compra de su voto tras una intervención en la que Pavón preguntó al actual regidor sobre qué creía que esperaba obtener Nerea Belmonte por votar en blanco en la investidura y permitir así el regreso del PP al gobierno después de tres años de la izquierda en la Alcaldía.

Guanyar, primero

El portavoz municipal de Guanyar fue el primero en acudir ayer a la Fiscalía a declarar, a petición del fiscal Briones, quien le preguntó si había coincidido con el socialista Franco en algunas de las reuniones previas a la investidura. Pavón acudió a la cita con documentación que entregó al representante del Ministerio Fiscal, como el escrito en el que los exsocios el tripartito de Alicante se comprometían a abrir la puerta para que Belmonte recuperase su sueldo, informes jurídicos que avalaban la legalidad sobre el cambio requerido en un primer momento por la tránsfuga para plantearse votar a favor del PSOE en la investidura y el correo electrónico que Pavón envió a la ex de Guanyar tras mantener una conversación telefónica con ella el día previo a la investidura, en el que ponía negro sobre blanco las intenciones de la formación política que lideraba.

Pavón, además, aportó al fiscal una copia de una conversación telefónica (vía Telegram) con la portavoz socialista, por aquel entonces alcaldesa en funciones, que versaba sobre el asunto de marras: el intento de Belmonte de recuperar un sueldo en el Ayuntamiento, ya que el Reglamento Orgánico de Pleno prohíbe explícitamente, según la actual redacción de la anterior etapa del PP, que los concejales tránsfugas puedan percibir sueldo público, más allá de cobrar por la asistencia a los plenos.

En su declaración ante Briones, Pavón negó ayer que en las negociaciones en las que él estuvo presente, a las que tampoco acudió Belmonte y sólo estaban representantes del PSOE y de Compromís, fuera el socialista Ángel Franco. El nombre del exsenador se puso sobre la mesa de Fiscalía el pasado 25 de mayo, cuando fue citada a declarar Belmonte. Hace dos semanas, la tránsfuga ratificó ante Anticorrupción sus palabras en el citado pleno, con las que denunció públicamente un supuesto intento de compra de su voto para mantener la Alcaldía en manos del PSOE, en las que implicó directamente a Franco. Y es que, supuestamente, el exdirigente socialista mantuvo encuentros antes del pleno de investidura con Elsa Martínez, asesora personal de Belmonte y exdirectora de Ciudad de la Luz durante el gobierno del PP en el Consell. Belmonte, en su reciente citación ante el fiscal, aportó «un expediente» y amplió su relato dando detalles de reuniones previas en las que se habría materializado esa oferta.

Horas y media después de que Pavón dejara ayer la Fiscalía, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, estuvo declarando durante 45 minutos, en los que fue preguntado por la reunión del miércoles por la noche anterior a la investidura. El líder local de Compromís señaló que estaba «convencido de que al mismo tiempo que Belmonte había estado negociando» con la izquierda, también «pudo haberlo hecho con otras formaciones políticas», aunque matizó que no tenía pruebas que respaldaran sus palabras.