«No hay peor turista que el que no viene y se va a otra parte». La frase, que formó parte del corolario de aseveraciones de Roc Gregori, creador en 1996 la Agencia Valenciana de Turismo, fallecido el pasado febrero, cobró ayer de nuevo vivencia en Benidorm cuando empresarios y Administración lanzaron la alerta: el crecimiento del sector se desacelera. Tras ocho años de aumento sostenido de la llegada de turistas a España, y a la Costa Blanca en particular, la recuperación de los destinos rivales en sol y playa del Mediterráneo oriental (Turquía, Egipto y Túnez), los vaivenes del mercado nacional, y del desvío de visitantes a la oferta no reglada de alojamiento (168.227 viviendas en los diez primeros municipios turísticos de la Comunidad Valenciana), van a provocar que el PIB crezca este año en torno al 3,3% del PIB por el 4,2% con el que se cerró 2017.
Este ejercicio no va a ser un mal año, pero empresarios y expertos coincidieron ayer en Benidorm, en una jornada organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios, la Cámara de Comercio y Hosbec, en que el sector debe reaccionar, olvidar que el volumen de turistas garantiza el éxito y buscar fórmulas para ganar en rentabilidad. «Que entren menos personas en la tienda pero que la caja sea mejor», subrayó José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de «Exceltur», el lobby al que pertenecen las grandes empresas turísticas españolas.
Los datos hechos públicos por Exceltur fueron reveladores. La llegada de visitantes a Turquía, Túnez y Egipto en el primer cuatrimestre de este año creció un 35% con un total de tres millones de turistas que en el mismo periodo de 2017 se distribuyeron por los diferentes destinos españoles. «España se ha desacelerado, es un hecho incuestionable y aunque en la Comunidad Valenciana los datos no son alarmantes, sí que hay situaciones a valorar como el que en la ciudad de Alicante el crecimiento se haya estancado o, por ejemplo, como Benidorm, con menos turistas ha recuperado tarifas», destacó Zoreda, que avanzó que con las previsiones que manejan las empresas, el año no va a ser malo porque, si se cumplen las previsiones, el PIB crecerá un 3,3%, menos que el año pasado pero 0,6% más que el conjunto de la actividades industriales en España (2,7%).
Los turistas «prestados» en los últimos años por la crisis de Turquía (sus zonas de playas están completamente recuperadas, mucho antes que Estambul según reveló el empresario turco Iskender Kayla), no van a volver y, ahora mismo, España tiene además, según subrayó José Luis Zoreda, su principal reto en frenar el crecimiento del alojamiento no regulado.
«Evitar la creciente contestación social en los destinos turísticos de éxito. Hay ciudadanos que empiezan a no ver ventajas en el turismo», advirtió el vicepresidente de Exceltur. Zoreda fue más contundente aún, al afirmar que «Madrid, Barcelona y Baleares tienen ya el problema de la turismofobia, y a la Comunidad Valenciana le quedan dos telediarios si no somos capaces de evitarlo. Hay que poner límites a este fenómeno con rigor».
El crecimiento explosivo de la clase media, el envejecimiento de la población en los centros urbanos donde se localizan las viviendas de uso turístico que escapan a cualquier tipo de control, y la mejora de la conectividad aérea son elementos que disparan ese rechazo al turista. «¿Queremos más de lo mismo cuando hay una contestación tan fuerte?». Esa es la reflexión que se debe hacer la Administración, no ya sólo autonómica, y también los empresarios. Toni Bernabé, exdirector general del Instituto Valenciano de Investigaciones Turísticas y actual gerente de la Fundación Turismo Valencia -la ciudad que más se ha aprovechado de la crisis institucional en Cataluña- , coincidió con Zoreda, en que lo importante ya no es crecer en volumen de turistas sino en rentabilidad y «para ello no tiene porqué pensar en que cuantos más mejor» apuntaron.
En estos momentos, y según un informe de Exceltur con datos del INE y varias empresas de alquiler vacacional, sólo en los diez primeros municipios turísticos de la Comunidad Valenciana, entre ellos Alicante, Benidorm, Calp, Dènia, Xábia y Torrevieja, existen 89.981 plazas hoteleras, 71.916 en apartamentos reglados y 168.627 viviendas que escapan al control de Generalitat y los ayuntamientos. Cada piso ofrece un media de 4 plazas.
El valor la seguridad
En la jornada organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios se destacó también el valor añadido que tiene la seguridad para garantizar el éxito de un destino turístico. Para ello se contó con las experiencias de dos empresarios, uno turco y otro francés, que han viviendo en sus carnes los atentados en Estambul y París. El primero, Iskedar Kayla, apuntó que el antídoto para la recuperación había sido llamar a todos los turcos que viven en Europa para que pasaran sus vacaciones en el país y luego lo contaran. Contribuyó también que la aerolínea Turkish Airways no suspendiera enlaces. En el caso francés el tema es mucho más global. Europa lo tiene tan asumido que en días se recupera. El dato de Benidorm, aplastante. La valoración de la seguridad es del 94%, por encima del clima (89%) y el producto (70%).
