Indignación entre los propietarios de las viviendas de Luceros cuyas fachadas están en la línea de fuego de las mascletàs ante la advertencia del Ayuntamiento de sancionar con hasta 600 euros la desobediencia de las medidas preventivas de seguridad adoptadas, que pasan por el cierre de ventanas y balcones durante el disparo pirotécnico, y por la ausencia de personas en los balcones o miradores.

Los vecinos están muy descontentos y califican esta medida de «una vergüenza», mientras los administradores de fincas consideran jurídicamente discutible que se les pueda multar por asomarse a las ventanas de sus casas. Los propietarios desvelan que hace unos años empezaron a desprenderse piezas de la fachada en dos de los edificios de la plaza que ellos achacaron a la fuerza de las explosiones pirotécnicas pero afirman que el Ayuntamiento se desentendió y tuvieron que desembolsar una derrama de unos 3.000 euros por propietario para arreglar los desperfectos.

Las mascletàs de Luceros comienzan este sábado con el primer disparo, a cargo de la pirotecnia Reyes Martí, fuera de concurso. Este año habrá 13 mascletàs, las cuatro primeras este fin de semana y el próximo de exhibición, y nueve en Hogueras, desde el sábado 16 hasta el domingo 24, de concurso.

El Ayuntamiento ha anunciado que comunicará «puerta a puerta, planta por planta, a los propietarios» de los portales de los edificios 11,12,13,15 y 16 de Luceros y 4 y 6 de General Marvá que no se pueden ocupar los balcones durante las mascletàs.

Lo hará mediante la entrega de una orden individual en forma de providencia comunicando «la obligatoriedad de observar en todo momento las expresadas actuaciones preventivas» para cada uno de los espectáculos de fuegos artificiales, «desde las 13:45 horas hasta la finalización de cada mascletà»

De no hacerlo, infringirían el artículo 25.1.d de la Ordenanza Reguladora del Disparo de Fuegos de Artificio de Alicante, lo que puede suponer una sanción de hasta 600 euros. También colocarán carteles en los portales.

Un afectado, Javier Albert, que vive en el número 15 de Luceros considera que es «una vergüenza. Los balcones son privados. ¿Quién es nadie para decir quién puede estar en él o no? Si la mascletà es tan peligrosa, que la tiren en el campo».

Este vecino, que vive en un noveno, colocó hace 12 años una malla que cierra herméticamente su balcón por seguridad. «Lo puse por sentido común, por si se escapaba alguna caña o alguna carcasa, no hizo falta que me lo dijera el Ayuntamiento. Alguna ha rebotado y nunca han entrado». Sí considera peligroso que algunos vecinos dejen los toldos bajados.

Abuso

«La gente quiere que la mascletà retumbe pero luego el Ayuntamiento no quiere hacerse cargo de los daños. No sólo son ellos los que deciden que se dispare aquí sino que incrementan los días», se lamenta otro propietario de Luceros 15, que afirma que durante las mascletàs «tiembla literalmente la casa. El único consuelo es invitar a personas a que las vean pero ahora nos pueden multar con hasta 600 euros por ponernos ahí. Es una arbitrariedad y un abuso de derecho». Cuestiona que se acojan a una norma local amparándose en otra estatal y cree que con que se pida precaución es suficiente.

El edil de Fiestas, José Ramón González, recordó que en las Hogueras 2017 hubo dos incidentes en las mascletàs: una cristalera de una cafetería se hizo añicos y en un balcón, «que afortunadamente al no estar ocupado no causó ningún herido». «El Ayuntamiento se tiene que preocupar por la seguridad de las personas. Todos debemos estar en esto, no hay intención de fastidiar a nadie, lo que hay es intención de que a nadie le pase nada», de ahí la comunicación «puerta a puerta» de que no se pueden ocupar balcones y ventanas durante la mascletà.

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