Una obra de 699.400 euros de fondos públicos que abre una nueva polémica en Alicante. El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante ha comunicado a la Agencia Valenciana de Turismo que no puede concederle la licencia de obra mayor para la construcción de la nueva oficina de turismo de Alicante porque no lo permite la normativa urbanística. La edificación se pretende levantar sobre los forjados del aparcamiento subterráneo de la plaza del Puerto, frente a la Explanada, con base en un convenio por el que el Ayuntamiento redactaba el proyecto y el Consell lo pagaba.

El Patronato Municipal de Turismo ha presentado en los dos últimos años dos proyectos diferentes, y, ahora, cuando la obra que ejecuta la Agencia Valenciana de Turismo está ya adjudicada, con la previsión de iniciar los trabajos de manera inmediata, se descubre que el proyecto definitivo vulnera la normativa urbanística del Plan Especial del Puerto, que impide levantar cualquier tipo de estructura fija sobre la denominada «manzana dos». Un espacio de 7.400 metros cuadrados donde se encuentran una cafetería y un carrusel infantil, autorizados por tratarse de instalaciones provisionales desmontables.

Lo paradójico y grave del asunto es que los técnicos de Urbanismo tuvieron conocimiento por primera vez del problema el pasado 21 de marzo -día en el que la directora general de Turismo, Raquel Huete, solicitó la licencia de obra mayor-, fecha en la que el proyecto de la oficina de turismo llegó a Urbanismo, ya que hasta ese momento, y desde abril de 2016, todo se había tramitado a través del Patronato Municipal de Turismo que dirigía la concejala socialista Eva Montesinos, quien en la última etapa de su mandato también asumió Urbanismo.

La oficina se tiene que levantar merced a un convenio firmado el 20 de noviembre de 2017 entre el Ayuntamiento de Alicante y la Agencia Valenciana de Turismo, que corre con todos los gastos. El proyecto se encuentra ahora bloqueado, ya que el problema no tiene solución fácil. La iniciativa incumple la normativa urbanística y tampoco ha pasado el filtro del departamento de Vía Pública, al tratarse de una infraestructura que no es desmontable, según apuntaron ayer fuentes municipales.

La oficina proyectada tampoco tiene, en principio, una ubicación alternativa a la de la plaza del Puerto, en la que el Ayuntamiento ya ha gastado, además, 91.277 euros para reforzar el forjado del aparcamiento público, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico.

Sorprendente resulta también que el proyecto que no cumple la normativa del Puerto ni la municipal no es el que presentó por primera vez la concejalía en el Puerto para solicitar la concesión de uso del espacio portuario (plaza nueva). Éste, que recibió la autorización del consejo de administración de la Autoridad Portuaria el 8 de abril de 2016, tenía un coste 350.000 euros y ocupaba una superficie de 478,2 metros cuadrados diseñado por el arquitecto César Beltrá, ya que el Ayuntamiento había prescindido de los técnicos municipales, que lo hacían gratis e incluso presentaron sus bocetos a coste cero.

Aquella primera oficina de turismo, pese a vulnerar también la normativa urbanística, sí hubiera pasado el corte de los técnicos por ser considerada desmontable, como la cafetería que hay en la plaza, apuntaron ayer fuentes de Urbanismo. El plazo de concesión era de 15 años con un canon anual de 3.625 euros al año.

Nunca más se supo de este proyecto hasta que el Patronato de Turismo, dirigido por Eva Montesinos, cambió de opinión y encargó un nuevo proyecto a otro estudio, también externo, CBP Ingeniería, que ampliaba el volumen del edificio un 10%. El plazo y el canon económico del Puerto era igual que el anterior, pero el consejo de administración aprobó una nueva concesión en abril de 2017, reflejando el cambio sustancial. El proyecto se ha adjudicado y ahora se encuentra con el rechazo de los técnicos de Urbanismo al incumplir la normativa.

¿Icono fustrado?

La oficina, hoy cuestionada y sin encaje en virtud de la normativa urbanística, se ubica sobre el forjado de cubierta del aparcamiento del muelle 6 del Puerto, ganado a la ciudad, donde se construyó una plaza. El edificio tiene una superficie de 486,7 metros cuadrados y sus cuatro fachadas principales están frente a la plaza del Mar. Según los autores del proyecto -que no pasó por Urbanismo hasta el pasado marzo- la concepción del edificio facilita la relación con el entorno desde dentro y al mismo tiempo permite visionar elementos turísticos clave en la ciudad: el mar y castillo de Santa Bárbara.

La sorpresa, desagradable, ha llegado ahora con una obra adjudicada y que se expone a un catarata de solicitudes de indemnizaciones, ya que la propia Agencia Valencia de Turismo se encuentra ahora con que su socio, el Patronato de Turismo, le metió un gol, al presentarle una obra que vulnera la legislación urbanística.

Hace menos de un mes el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y el actual alcalde de Alicante, Luis Barcala, se felicitaban mutuamente porque la Agencia Valenciana de Turismo había adjudicado el proyecto por 535.000 euros por lo que quedaba una partida en torno a los 165.000 euros para equipar la oficina con las prestaciones propias de un destino turístico inteligente, pero en la plaza del Puerto no cabe.