Es la fiesta más antigua de la ciudad, fue durante tres siglos la fiesta oficial, y desde hace unos años, sigue creciendo con el objetivo de recuperar el esplendor perdido. Con este espíritu de superación, la Mayordomía del Corpus Christi organizó ayer la procesión que gira en torno a la «Custodia de la Caridad», al Santísimo Sacramentado que recorrió calles engalanadas, ambientadas con flores, hierbas aromáticas y cánticos religiosos.

La procesión partió en torno a las 20 horas de la Concatedral de San Nicolás, desde donde se dirigió a los diferentes altares, el de las Fiestas de Barrios de Alicante, Santos Patronos, Monjas de la Sangre, Humildad y Paciencia, del Carmen y la Ciudad.

Entre las novedades de este año, la Mayordomía del Corpus estrenó un estandarte propio, donado por una familia. La Policía Local portó la bandera de la ciudad, y como ya se venía haciendo, acompañaron a la custodia una réplica de la Santa Faz y las imágenes de San Nicolás, San Roque (portada por la hermandad de Santa Cruz) y la Virgen del Remedio (llevada a hombros por la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría).

A la procesión no faltaron danzas populares, las casas regionales y una representación de todas las fiestas de la ciudad, como son las Hogueras, Moros y Cristianos, fiestas tradicionales, fiestas de barrios o la Semana Santa. Con balcones vestidos y olor a flores e incienso, los niños que han tomado este año la Primera Comunión abrieron la comitiva religiosa, donde se integraron los grupos parroquiales , el cabildo de la concatedral y las autoridades civiles.

La Solemnidad de Santísimo Cuerpo y la Sangre de Cristo, una celebración eminentemente religiosa, volvió a impregnar las calles de una ciudad que cada año, gracias a la participación ciudadana, recupera una parte de su pasado.